Para algunas personas, hacer la maleta puede ser un verdadero tormento. Elegir qué llevar y qué dejar en casa y el miedo a no poder meter todo lo necesario son problemas habituales. ¿A quién no le ha ocurrido alguna vez meter en la maleta zapatos, ropa y un neceser para darse cuenta de que no hay espacio suficiente?
Así, nos encontramos empujando la ropa de un lado a otro, arrugándola. En realidad, sólo hacen falta unos sencillos trucos para llegar al destino con la ropa como recién planchada sin volverse loco. ¿El secreto? Nos lo sugieren las azafatas, acostumbradas a llevar siempre la maleta a mano.
En primer lugar, elige una maleta ligera y rígida para que puedas llenarla al máximo sin que afecte demasiado al peso. Haz una lista de lo imprescindible que vas a llevar y colócalo todo sobre la cama.
El primer truco es intentar planificar la ropa que se va a utilizar durante el viaje. Así, no correrás el riesgo de llevar más de lo necesario. Por supuesto, lleva una prenda extra de cada tipo para que siempre tengas una muda de emergencia.
Se acabó la ropa arrugada: así se dobla la ropa sin cometer errores
Coloca una toalla en el fondo para proteger la maleta. Empieza por los accesorios más pesados y voluminosos: así no pesarán sobre la ropa ni la arrugarán. Envuelve los zapatos en una bolsa y colócalos en los laterales de la maleta. Si metes los calcetines enrollados dentro de los zapatos, no sólo ahorrarás espacio, sino que evitarás que se deformen.
Enrolle camisas y camisetas. Dobla las camisas y los pantalones normalmente, pero utiliza una hoja de papel de horno entre cada prenda: así evitarás que se arruguen.
Las prendas interiores, como pantalones y sujetadores, utilízalas para rellenar los huecos. En la superficie, pon la ropa ligera y los tejidos que se arrugan con más facilidad, como el lino y la seda.
Último paso
Por último, antes de cerrar la maleta, coloca una toalla de algodón o un pañuelo sobre la ropa. Sujétala bien a los lados de la maleta para que no se mueva. Este truco protegerá la ropa de las arrugas, pero también de las cremalleras y ganchos de la maleta. Hemos descubierto cómo no volver a tener ropa arrugada en la maleta. Sin embargo, si acabamos con ropa arrugada y no disponemos de plancha, podemos recurrir a un sencillo remedio natural.
Llena un vaporizador con agua tibia y 2 cucharadas de vinagre blanco. Cuelga la prenda arrugada en una percha y rocía esta solución.
Si temes que el olor a vinagre permanezca en la prenda, sustituye el vinagre por suavizante y, una vez seca, las arrugas desaparecerán.
Este truco también es ideal a la hora de organizar tu armario. Puedes emplearlo para organizar tu ropa con el cambio de armario de verano a invierno o incluso para usarlo de manera habitual sin tener que ocupar espacio con abrigos, gabardinas u otras prendas que abultan colgadas.