Madrid modifica una vez más su hoja de ruta ambiental y da un respiro a miles de conductores que día tras día pasan por la ciudad. La reciente modificación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible alarga un año más la convivencia de los coches sin etiqueta por las calles madrileñas. La disposición alivia el calendario fijado y ofrece un respiro a quienes todavía dependen de los coches de más de 20 años, justo antes de que entre en vigor la prohibición total a partir de 2027.
La prórroga para los coches sin etiqueta
Se extiende por parte del Ayuntamiento hasta el 31 de diciembre de 2026 la posibilidad de circular para turismos empadronados en la ciudad de Madrid o que tengan dado de alta en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. La ciudad había anunciado en su momento la limitación completa para la entrada de estos modelos en 2025, después decidió prorrogar dicha restricción para el año siguiente, hasta que finalmente lo vuelve a retrasar hasta 2027. De esta manera, los conductores ganan un periodo más de tiempo en el que se pueden ir adaptando a los nuevos cambios sin sufrir un nuevo cambio brusco que afecte a su vida diaria.
Vehículos permitidos
Los coches sin etiqueta son aquellos de gasolina anteriores al año 2000 y los de tipo diésel matriculados antes del año 2006. La regulación actual también sigue manteniendo el mismo tipo de consideración y establece que los mismos no podrán circular por el conjunto del municipio a partir del día 1 de enero del año 2027. Hasta la llegada de esta fecha, podrán circular por prácticamente toda la ciudad, siempre que cumplan los requisitos administrativos. La adaptación de la normativa tiene, entre otras finalidades, mantener un equilibrio entre las necesidades de movilidad y las metas ambientales que en los próximos años se irán fijando.
Zonas limitadas para los coches
Aun con los plazos de moratorias, hay que observar con especial cuidado las Zonas de Bajas Emisiones. El Distrito centro y el Plaza Elíptica mantienen su grado de exigencia y continúan vetando el acceso al tráfico de los vehículos sin etiqueta. Estas zonas siguen manteniendo el nivel urbano de calidad del aire y se comportan como espacios protegidos para minimizar la contaminación en las zonas de alta densidad del tráfico. La nueva ordenanza no afecta este modelo, lo que obligará a los conductores a seguir aplicando la precaución habitual cuando se acerquen a estos puntos.
Resto del municipio
Fuera de esas áreas sí se autorizará la circulación de los vehículos afectados. El consistorio prevé que la afectación ambiental de estos coches en el cómputo del municipio esté en cifras asumibles dentro de los niveles históricos de calidad del aire. El ayuntamiento mantiene el proceso de transición suave que intercala restricciones a los núcleos más sensibles y tiempos de convivencia en el resto de la ciudad hasta el inicio de la prohibición definitiva.
Una transición ordenada antes de 2027
La prórroga se enmarca en un plan más global que persigue lograr un modelo de movilidad menos contaminante. Avanzamos hacia un modelo en el que los coches sin etiqueta no podrán circular en el término municipal. La ampliación del plazo no pone en cuestión este objetivo, sino que invita a un ritmo más relajado, a una renovación del parque móvil menos tensionada en la movilidad diaria.
Preparación para el cambio definitivo
Los conductores disponen de un margen de un año más, como último recurso, para adaptarse a esta prohibición, la cual acelera la adaptación progresiva y previene el gran impacto económico que tendría un intenso cambio de paradigma. Igualmente, incorpora un último calendario que da continuidad a un proceso de transición, el cual terminará en el año 2027, cuando Madrid aplicará la reglamentación ambiental prevista, estableciendo, por tanto, un modelo de movilidad más saludable y de carácter más homogéneo para todos.
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