Vox ha tardado poco más de dos horas en marcar terreno ante Juanfran Pérez Llorca, a quien dieron sus votos el pasado jueves para convertirlo en nuevo president de la Generalitat y a quien parecen querer recordar su importancia para lo que resta de legislatura. Es el tiempo que ha transcurrido entre la toma de posesión del cargo del dirigente popular y el registro de las primeras exigencias voxistas en las Corts, con las que los de Santiago Abascal ya ponen deberes al nuevo jefe del Consell.
Vox comienza esta nueva alianza con el PP en la C. Valenciana, que ya ha avisado que no es un «cheque en blanco», reclamando rebajas drásticas de impuestos y ayudas fiscales condicionadas al «arraigo» de los contribuyentes en el territorio autonómico, además de dejar clara su voluntad de que el gobierno valenciano elabore unos nuevos presupuestos de 2026, año que empezará con las cuentas de 2025 prorrogadas.
La Proposición No de Ley (PNL) presentada por los voxistas insta a la Generalitat a acometer una amplia batería de rebajas fiscales, una de las materias en las que Pérez Llorca ha prometido seguir profundizando durante su mandato, y a instar al Gobierno a implementar algunas medidas que son de competencia estatal.
Entre las iniciativas de ámbito autonómico, Vox reclama primar la reducción del déficit en la elaboración de los presupuestos, una rebaja de IRPF «para todas las rentas», nuevas reducciones de la cuota del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (el de mayor recaudación de la Generalitat) y ayudas fiscales «teniendo en cuenta el arraigo histórico» de los beneficiarios.
Los voxistas reclaman «establecer nuevos y mayores incentivos para los emprendedores y para posibilitar la formación de nuevas familias, teniendo en cuenta, en todo caso, el arraigo histórico en la Comunitat Valenciana», sin concretar más allá.
También plantean una «rebaja progresiva del tramo autonómico del IRPF para todas las rentas, dentro de las posibilidades presupuestarias y sin quebrantar la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad financiera», reza la iniciativa. En esa línea de austeridad, Vox también pide al nuevo Consell que elabore los presupuestos «desde cero» y «bajo los principios rectores de reducción de todo el gasto superfluo y de reducción del déficit«.
Una premisa que podría chocar con los planes de Pérez Llorca, que tras el drástico recorte de asesores acometido por su antecesor Carlos Mazón, no descarta elevar de nuevo el número de asesores e incluso el de conselleries dentro de su nuevo Ejecutivo que ultima.
Vox también solicita al Consell entrante que introduzca una «nueva rebaja» del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, el de mayor recaudación de la Generalitat al rondar los 1.500 millones en 2024 de los más de 2.500 totales, y «estudiar» una bonificación autonómica por la «diferencia entre la cuota del Impuesto de Patrimonio y la cuota del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas».
Esta última medida, sin embargo, no sería de aplicación en la C. Valenciana, donde la cuota de Patrimonio está por encima del tributo estatal. Cabe recordar, además, que Vox también pidió a Pérez Llorca nuevas rebajas de este impuesto más allá de esta compensación que plantea, algo a lo que se abrió el popular.
Además de las peticiones directas, Vox también insta al Consell a que reclame al Gobierno otras medidas fiscales, como la reducción de varios tipos del IVA, bonificaciones en la cuota de la Seguridad Social de autónomos cuyos ingresos no lleguen al salario mínimo o «prioridad nacional» en el acceso a ayudas sociales, entre otras.
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