La jugadora de baloncesto María Asurmendi ha alcanzado una cifra histórica en su carrera deportiva: 600 partidos en categorías FEB. La base del Osés Contrucción Ardoi celebra un hito que, según sus propias palabras, es fruto de la dedicación, la pasión y el esfuerzo, aunque no era consciente del número hasta que el club se lo comunicó la semana pasada.
Asurmendi ha explicado que estos datos llegan «sin darte cuenta, porque tú al final vas haciendo tu camino». Para alcanzar esta cifra, ha señalado que también ha tenido «la constancia y el trabajo» y que el físico le ha respetado, algo que considera «superimportante para poder seguir jugando y, sobre todo, disfrutarlo encima de la pista».
Un espíritu joven inagotable
Pese a ser una jugadora veterana, Asurmendi asegura sentirse «superfeliz, super joven» al lado de sus compañeras más jóvenes. «Me nutro mucho de esa energía y de esa sabia fresca que va llegando ahora a los equipos», ha afirmado. La jugadora ha destacado que esa conexión es mutua y le proporciona un impulso vital.
Esa «alegría y frescura» que le transmiten sus compañeras es fundamental. «Me dan esa energía para ir a entrenar, que a veces quizás, pues ya cuesta», ha confesado Asurmendi. La navarra ha reconocido que las pretemporadas son duras y que con los años «cuesta más» volver al trabajo, aunque su gen competitivo sigue intacto: «donde soy feliz es en un partido, en el momento de competición».
Ahora cada momento que estoy en pista, cada situación que se me da un entrenamiento, la voy a disfrutar como si fuera la última»
Consciente de su etapa actual, la base afronta la temporada con una filosofía clara: «ahora cada momento que estoy en pista, cada situación que se me da un entrenamiento, la voy a disfrutar como si fuera la última». Aunque todavía no quiere pensar en una fecha para el final de su carrera, sí que quiere saborear cada instante que le quede en la cancha.
El sueño de un nuevo ascenso
De cara a los objetivos del equipo, Asurmendi ha comparado la situación actual con la de la temporada del ascenso. Considera que son «dos temporadas totalmente diferentes», ya que aquella plantilla era «más experimentada» y el ascenso fue «inesperado». Este año, ha señalado a «Azul Marino Mallorca» como el claro favorito para la plaza directa.
No obstante, el Osés Construcción Ardoi se encuentra en «un grupo de 3, 4, 5 equipos» con opciones de competir en la fase final. La clave, según la jugadora, será cómo lleguen los equipos a los meses de abril y mayo, «donde te vas a jugar realmente toda la pomada». Por ello, se muestra optimista sobre sus posibilidades.
No es algo que, digamos, es imposible»
Volver a ascender sería algo increíble para el equipo, y Asurmendi no lo descarta. «No es algo que, digamos, es imposible«, ha asegurado, insistiendo en la importancia de aferrarse «al trabajo, a los resultados y a seguir trabajando» en una competición que define como «muy larga».
Del aprendizaje del pasado a la ambición actual
La temporada pasada, a pesar del descenso, fue muy especial para ella. «Para mí, el año pasado fue una pasada en cuanto a volver a disfrutar de la máxima división en casa, para mí fue un sueño hecho realidad«, ha recordado. A pesar de los malos resultados, lo considera «un motivo de satisfacción y de orgullo».
Esa experiencia en la élite fue, en su opinión, «de mucho aprendizaje y de mucho bagaje de echar a la mochila» para todo el equipo, especialmente para las jugadoras que debutaban. Ahora, en una dinámica diferente, «el ganar, el poder tener esa dosis de alegría cuando vas a entrenar, […] evidentemente, el día a día lo hace mucho más fácil».
El equipo viene de una importante victoria en casa contra el Paterna, un filial del Valencia Basket, que se fraguó en una gran defensa. De cara al futuro más inmediato, Asurmendi ha advertido de la dificultad del próximo encuentro: «es una visita muy, muy complicada» a la cancha del Domusa, «una pista muy dura».















