Las estatuas del Maestro Mateo volverán a Santiago el 11 de diciembre tras décadas en el Pazo de Meirás en poder de la familia Franco

Dos de las estatuas del Pórtico de la Gloria de la primitiva fachada románica de la Catedral de Santiago que diseñara el Maestro Mateo en el siglo XII volverán a su ciudad de origen tras décadas depositadas en el Pazo de Meirás, después de que a finales de la década de los años 40 del siglo pasado estas acabaran en manos del dictador Francisco Franco y tras un un largo proceso judicial que se ha extendido durante casi una década.

Concretamente fue en 2017 cuando bajo el mandato de Martiño Noriega (Compostela Aberta) en la Alcaldía de Santiago se presentó la demanda inicial por parte del Consistorio compostelano, reclamando la propiedad de las dos estatuas que fueron adquiridas por el Concello al Conde de Ximonde el 4 de junio de 1948 por 60.000 pesetas. Enfrente, los nietos de Franco sostenían que por «tradición oral» de la familia, eran conocedores de que su abuelo había comprado las piezas a un particular.  

Un argumento al que, en un primer momento, dio la razón el Juzgado de Primera Instancia número 41 de Madrid, después ratificado por otra sentencia de la Audiencia de Madrid tras el primer recurso planteado por el Concello de Santiago que, también en esta segunda sentencia, decidió recurrir ya con el socialista José Sánchez Bugallo en la alcaldía.

Aunque la sentencia de la Audiencia madrileña 
introducía un argumento para justificar la nueva desestimación ya que no veía clara la identificación de las esculturas reivindicadas. Entendía que no quedaba lo suficientemente acreditado que las estatuas en cuestión que reclamaba como propiedad el Concello de Santiago fuesen las mismas que están en poder de los herederos de Franco en Meirás.

LA FRACTURA EN EL ROSTRO QUE IDENTIFICÓ LAS ESTATUAS

Argumento que fue clave para la definitiva sentencia del Tribunal Supremo en favor del Ayuntamiento compostelano, estimando el recurso presentado al considerar que «se ha producido un error patente en la valoración de la prueba», puesto que la identificación de las estatuas reivindicadas «es clara, como se desprende sin lugar a duda de los documentos aportados y del informe pericial emitido sin posibilidad de duda»

Para lo que aportó varios argumentos, como un artículo publicado en el Boletín de la Real Academia Gallega de 1933, en el que se describe esas estatuas que se encontraban en el Pazo del conde de Ximonde «como dos estatuas sedentes, con largas barbas, que sostienen sendas cartelas desplegadas y visten el manto y túnica habituales de las figuras medievales; y que «una de ellas presenta una fractura», características que coinciden con las esculturas que están en el Pazo de Meirás.

Y que singulariza a esta imagen como una de las reclamadas por el Ayuntamiento ya que en el inventario realizado para la declaración de las 9 imágenes originarias como Bien de Interés Cultural por parte de la Xunta, la única que presentaba este tipo de fractura era la que se encontraba en el Pazo de Meirás. Lo que conllevó a una sentencia favorable a la reclamación del Concello de Santiago y obligaba a la familia Franco a la devolución de las dos estatuas que volverán a su ciudad de origen este próximo 11 de diciembre.

ANUNCIO EN INSTAGRAN DE LA ALCALDESA EN UN 20N

Una fecha que adelantaba la alcaldesa de Santiago, la nacionalista Goretti Sanmartín, con un vídeo compartido en Instagram y en el que no oculta que la fecha escogida para el anuncio se debe a la coincidencia con el cincuentenario de la muerte del dictador, asegurando que el regreso de las dos estatuas es un «acto de justicia histórica,
de dignidad colectiva y de recuperación de patrimonio   «.

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