El pleno extraordinario de este miércoles en el Ayuntamiento de Alicante se inició de forma accidentada para el portavoz de Vox, Mario Ortolá. El concejal detectó que su escaño se encontraba suelto y, tras unos minutos buscando soluciones de lo más variopintas, tuvo que realizar su intervención en una posición extraña. «El pleno ordinario de final de mes no se puede soportar en esta postura», comentó Ortolá pidiendo al alcalde la reparación de su asiento. «Igual es porque tiene usted un trasero inquieto«, bromeó Luis Barcala.
Más allá de la anécdota, el desperfecto en la bancada se suma a numerosas deficiencias en el Salón de Plenos: grietas en las vigas, muros que presentan desconchones, molduras desprendidas y hasta agujeros en las protecciones de madera que recubren la parte baja de las paredes. Todo ello en la ubicación donde, cada mes, el Ayuntamiento de Alicante debate sobre las medidas a aplicar en la ciudad.
De hecho, en abril de 2018, a las puertas del primer pleno municipal de Luis Barcala como alcalde de Alicante, un desprendimiento sobre las bancadas obligó a trasladar la sesión al Salón Azul. Ya en este mandato, durante el pleno del pasado mes de abril, el concejal Juan Utrera se apoyaba en los reposabrazos de su asiento cuando la pieza de madera se desprendió por completo, cayendo al suelo y siendo recogida por Utrera, con cara de incredulidad: «Yo no he sido», comentó de inmediato. Ahora no es extraño que incluso los propios concejales y asesores bromeen sobre ello antes de los discursos.
No obstante, el problema no se concentra solo en el Salón de Plenos: también urgen una reparación el Salón Azul e incluso la propia fachada del Ayuntamiento, protegida «de urgencia» desde hace un año, tras la caída de cascotes de grandes dimensiones. En el caso del espacio inaugurado con motivo de la visita de la reina Isabel II, que sigue siendo en la actualidad la sala noble del Consistorio, coexisten múltiples deficiencias que piden a gritos una reparación. Las telas de las paredes, cuyo color azul otorga el nombre al espacio, se encuentran hechas jirones en varios puntos del salón. Además, presentan manchas oscuras y zonas que parecen afectadas por las humedades. En el techo, los adornos y molduras superiores tampoco parecen recién construidos, con multitud de grietas.
Debate repetido
La necesidad urgente de rehabilitación del Salón de Plenos, el Salón Azul y del edificio en general, es un tema recurrente en la actualidad municipal durante los últimos años. En octubre de 2024, el debate volvió a abrirse tras el desprendimiento de parte de una cornisa, que ocasionó la caída de cascotes de grandes dimensiones a la vía pública. En ese momento, INFORMACIÓN desveló un informe de los técnicos municipales que ya alertaba al alcalde en 2019 de que un suceso de esas características era incluso «probable».
Además, se volvió a poner sobre la mesa la existencia de un proyecto de rehabilitación integral para el conjunto del Consistorio, encargado por el bipartito del PP y Ciudadanos, cuando Adrián Santos Pérez era el concejal de Urbanismo. La redacción de dicho documento se licitó en 2021 y terminó siendo adjudicada por cerca de 100.000 euros y un plazo de seis meses. Sin embargo, pese a que la empresa responsable cumplió con el tiempo exigido, las obras no han llegado a salir a concurso.














