Bueno, no sé si por ausencia de su hermano Marc, no sé, pero Àlex Márquez, que ayer estrenaba, en Cheste (Valencia), el subcampeonato del mundo de MotoGP en los primeros entrenamientos de cara a la próxima temporada, se ha convertido ya en un ‘ser superior’ en el seno de la poderosísima factoría Ducati, arrolladoramente campeona del mundo de la máxima categoría.
Es evidente que, insisto, ante la ausencia de ‘ET’, que realizó un par de videoconferencias con el ingeniero Gigi Dall’Igna mientras se celebraban esos ensayos, el ‘Pistolas’ ha adquirido ya el rango de piloto oficialísimo y, aunque no han puesto aún en sus manos la ‘Desmosedici’ 2025, si le han proporcionado muchas mejoras “las que habéis visto, como ese carenado nuevo, y las que no se ven que, a veces, son las buenas”.
El entrenamiento, que se tuvo que retrasar más de dos horas porque la pista del trazado Ricardo Tormo estaba entre encharcada y húmeda por la intensa lluvia caída el día anterior, ha vuelto a ser un duelo entre Ducati y Aprilia que, como ya ocurrió en la carrera del domingo, se ha decantado por la modesta fábrica de Noale, demostrando que, sin duda, el próximo campeón del mundo saldrá, irremediablemente, de una de estas dos fábricas.
El lado de Àlex Márquez, en el taller del Gresini Racing Team, se llenó de ingenieros de Ducati, que, acompañados muy a menudo por el gurú Gigi Dall’Igna, estaban muy atentos a todos los comentarios que el joven de Cervera (Lleida) daba, como nuevo piloto oficial de la fábrica italiana.
El mejor tiempo (1.29.373 minutos, muy buen crono, aunque algo lejos del 1.28.809 de Marco Bezzecchi en la ‘pole’ del sábado) lo protagonizó el español Raúl Fernández (Aprilia), demostrando que está listo para, en 2026, provocar más de uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco dolores de cabeza a los favoritos. ‘Bezz’ quedó muy cerca de su compañero de marca (a 0.027 segundos) al igual que Àlex Márquez (Ducati, a 0.084 segundos).
Y, sí, el ambiente en el Gresini Racing Team Ducati era ya oficial-oficial. La incorporación de Àlex a la nómina de pilotos ‘pata negra’ (Marc Márquez, ‘Pecco’ Bagnaia, Fabio Di Giannantonio y Àlex Márquez) se notó desde mucho antes de que empezase el test. Desde el día anterior, lunes, cuando el ‘Pistolas’ se vio con el ingeniero Gigi Dall’Igna, creador de la ‘Desmo’, para saber qué iba a probar y cuáles eran las intenciones de la marca de Borgo Panigale al ascender al subcampeón del mundo a la categoría de candidato al título mundial.
Àlex Márquez atiende las explicaciones de su técnico Frankie Carchedi, hoy, en Cheste. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS
Y sí, mientras papá Márquez bromeaba con Nadia Padovani, viuda del excampeón Fausto Gresini y propietaria de la escudería italiana, Michle Masini, Director Deportivo del equipo, estaba pendiente de que las muchas camisas rojas, por descontado, ingenieros de Dall’Igna, que inundaron el ‘boxe’ del menor de los Márquez, se desenvolviesen como si estuvieran en casa.
Y, claro, cada vez que Àlex regresaba a su taller procedente de la pista, de las cinco o seis vueltas de rigor que completaba por salida, aparecía, sereno, serio, algo taciturno, tremendamente atento, el propio Dall’Igna, que a lo largo de esta temporada no se le ha visto en el rincón de Àlex, aunque, luego, en los despachos, en los camiones rojos, siempre debatía los temas y las puestas a punto con el líder del ‘team’ Gresini.
«No tiene sentido ponernos nerviosos. Ducati tiene una moto campeona y Ducati sabrá qué hacer y cómo hacerlo para que, durante este invierno, con toda la información que le hemos dado, proporcionarnos, de nuevo, en febrero, una moto ganadora. De eso nadie tiene dudas»
Dall’Igna no intervenía demasiado en las charlas que Àlex y Frankie Carchedi, su técnico, tenían para que el piloto de Cervera (Lleida) diese sus impresiones sobre el comportamiento de la moto y las piezas que estaba probando. Dall’Igna atendía, escuchaba a través de la radio del equipo, las opiniones de Àlex y regresaba al boxe del Lenovo Ducati.
Comentarios certeros
“Debemos estar tranquilos, Ducati sabe muy bien lo que está haciendo y lo que hay que hacer durante el invierno para que, llegado febrero, podamos tener una moto tan competitiva y ganadora como la de este año, estoy seguro de ello”, señaló Àlex antes de abandonar Cheste. “Y, además, ponerse nervioso no conduce a ningún sitio. Ducati ha demostrado ser la campeona y sabrá seguir siéndolo de ello estamos seguros todos sus pilotos”.
Àlex reconoció, cómo no, que le encanta ser, ya sí, piloto oficial de Ducati y tener a tanta gente alrededor y, sobre todo, tantos y tantos ingenieros. “La responsabilidad, más que la presión, la notas desde el minuto uno y, tal vez por ello, antes de emitir un juicio, un comentario, sobre lo que he probado si debía confirmarlo con una salida más a pista, lo hacía, pues ahora sí siento que no puedo meter la pata”.

Nadia Padovani, viuda del excampeón Fausto Gresini, con su Director Deportivo, Michele Masini, hoy, en Cheste. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS
El pequeño de los Márquez Alentà, que fue el primero que le pidió a mamá Roser, el pasado domingo, que le acompañase al escenario de la gala mundialista para recibir el premio de subcampeón, aseguró que ayer no probó grandes novedades “pero sí pequeñas cositas que pueden ayudar a los ingenieros, durante los próximos dos meses invernales, en la configuración de la futura moto”.
Àlex reconoció que no había conversado con Marc durante todo el día pero que, por descontado, hoy mismo conversará largo y tendido, no solo sobre lo que ha probado sino también sobre la dirección en la que va el nuevo proyecto de Ducati, siempre en manos de Gigi Dall’Igna en el que ambos hermanos confían ciegamente. “Repito, todo ha ido en la buena dirección y, en ese sentido, podemos estar tranquilos y ser positivos de cara a lo que nos encontraremos, en Malasia, a principios de febrero, en los primeros test de pretemporada”.
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