Faltan los últimos metros. En apenas una semana, Pedro Sánchez podría estar ya investido por el Congreso como presidente del Gobierno. Pero para que eso pueda ocurrir aún quedan algunos pasos muy importantes que dar, como el cierre de todos los acuerdos pendientes y el señalamiento del pleno por parte de la presidenta de la Cámara baja, la socialista Francina Armengol. La fecha definitiva, además, debería sortear tanto el viaje de Estado de los Reyes a Dinamarca, del 6 al 8 de noviembre, como facilitar que el líder socialista pueda atender el Congreso del Partido de los Socialistas Europeos (PES), que se celebra en Málaga los días 10 y 11, y a cuya clausura tenía previsto acudir. Por tanto, lo probable es que, si se desbloquea la investidura de manera total en las próximas horas, la sesión podría celebrarse a finales de la próxima semana.
Por ahora, imperan la prudencia y el silencio absoluto, porque a última hora de este miércoles no se había atado, al menos oficialmente, ningún acuerdo más. Sánchez ya tiene asegurados los votos de Sumar (31) y de EH Bildu (6), y puede también contar con los de ERC (7), aunque según el comunicado conjunto lanzado en la noche del martes, lo que cerraron él y Pere Aragonès fue la redacción de la ley de amnistía, de forma que esta diese cobertura a los encausados en la investigación por las protestas de la plataforma Tsunami Democràtic y a los implicados en el procedimiento abierto contra una célula de los CDR a la que se le hallaron sustancias que podían convertirse en explosivos. Los independentistas aceptan, a cambio, que se amnistíe a los policías procesados por lesiones el 1-O. Ambos líderes dejaron a sus equipos negociadores que remataran las otras dos carpetas, la relativa a la continuidad de la mesa de diálogo entre gobiernos y la que concierne a la mejora de la financiación de Cataluña y el traspaso de Rodalies. Flecos muy importantes para los republicanos, que controlan la Generalitat y que quieren diferenciarse así de sus directos rivales, Junts.
La ley sí amnistiará a los implicados por Tsunami y los CDR, según ERC. También daría cobertura a los policías procesados por lesiones el 1-O. Para los republicanos es clave la carpeta económica y para Junts, el mediador internacional
Con los posconvergentes (7 escaños) tampoco hay todavía anuncio de pacto, aunque la foto del pasado lunes en Bruselas de la reunión entre el número tres del PSOE, Santos Cerdán, y el expresident Carles Puigdemont dejó el camino más que expedito. Pero aunque la norma ya esté lista —la previsión es que la proposición de ley de amnistía se registre en el Congreso este mismo jueves 2 o mañana, viernes 3—, quedaban pendientes cuestiones en las que el exjefe del Govern había hecho hincapié, como la presencia de un mediador internacional. Hasta ahora al menos, los socialistas se habían negado a una figura extranjera por cuanto evocaba los mecanismos de resolución de conflictos internacionales. En el equipo de Sánchez no se negaban a un verificador de los avances del acuerdo político entre los dos partidos —el presidente ya aceptó en febrero de 2019, no sin una intensa polémica, la figura del relator—, pero no con ese carácter.
También tiene que haber noticias de PNV (5) y de BNG (1). E incluso de Coalición Canaria (1), que en un principio se planteó pasar del no a la abstención por su rechazo a la ley de amnistía pero que ahora contempla poder dar apoyo a Sánchez dados los avances observados en el compromiso con la agenda canaria, según publicaba este miércoles El Confidencial.
El PSOE no necesita a CC para que la investidura prospere, pero sí que quiere tenerlo cerca porque puede suponer un balón de oxígeno durante la legislatura. Con los nacionalistas canarios en su flanco, Junts podría desmarcarse y pasar a la abstención en alguna votación. Un pequeño desahogo en un Congreso en el que ya no cabe la geometría variable. Sánchez, por tanto, podría llegar a los 179 votos —los mismos que sancionaron, por cierto, la reforma del reglamento de la Cámara para permitir el uso de las lenguas cooficiales—, si atrae a CC, tres por encima de la mayoría absoluta (176). Lo que está claro es que si el presidente en funciones es reelegido lo logrará en primera votación, por mayoría absoluta.
No importa la festividad local, la Almudena, el jueves 9
La secuencia dibujada para los siguientes días, según admiten fuentes de Ferraz, es el registro de la proposición de ley de amnistía —firmada también por el PSOE— este jueves o viernes, en paralelo al cierre de los acuerdos pendientes, para que así Armengol pueda fijar el pleno de investidura el viernes. Además, aprovecharía que ese día tiene programadas sendas reuniones de la Mesa y de la Junta de Portavoces para ordenar el pleno. Pero la convocatoria de la sesión es una potestad exclusivamente suya, de la presidenta del Congreso, tras hablarlo con el candidato.
Lo más probable es que el debate arranque el miércoles 8 y finalice el jueves 9, aunque no se descarta que comience el 9 y se liquide el 10. Lo siguiente, la promesa ante el Rey y la formación del Gobierno
La dirigente socialista tendrá en cuenta, según indican en su entorno, la agenda de Felipe VI. Los Reyes inician el lunes, 6 de noviembre, su visita de Estado a Dinamarca, invitados por la monarca, Margarita. El viaje finaliza el miércoles. Fuentes de la Presidencia del Congreso indican que lo lógico es que, si el debate de investidura comenzara el martes 7 y finalizara con la votación el miércoles 8, a mediodía, ella acudiera a la Zarzuela a comunicar el resultado al jefe del Estado justo a continuación. Pero Felipe y Letizia no llegarán a Madrid hasta la tarde. Esa circunstancia, explican, haría desaconsejable la primera propuesta, la del 7 y 8 de noviembre.
Así, se abren dos opciones posibles. Que el debate arranque el 8 y concluya el jueves 9 o bien que comience el 9 y se liquide el viernes 10. El 9 es festivo en Madrid capital —es la fiesta de la patrona, la Almudena—, pero desde la Cámara recuerdan que eso no es problema, porque el Congreso es una institución de carácter nacional. También advierten de que, aunque la previsión es que Sánchez salga investido a la primera, hay que hacer hueco a la eventualidad de una segunda votación, y «es mejor» que esta no tenga lugar en domingo.
Avui podem dir que som més a prop d’abordar amb millors condicions la resolució del conflicte polític existent entre Catalunya i l’Estat. Però sempre hem dit que no és una qüestió de temps, sinó de força democràtica, el que ens permetrà culminar aquest camí, el dia que la… https://t.co/XBCM3W5jBk
— Oriol Junqueras 🎗️ (@junqueras) November 1, 2023
De este modo, el debate podría tener lugar el 8 y 9, con opción de segunda vuelta el sábado 11. Una vez investido como presidente electo, Sánchez tendrá que prometer su cargo ante el Rey en la Zarzuela, para a continuación formar Gobierno. Y ahí está la ventana del domingo 12. No sería esta la primera vez que comunica su Ejecutivo un domingo. Ya ocurrió en 2020, cuando presentó su primer Gabinete de coalición, el 12 de enero. Así, los nuevos ministros podrían tomar posesión el lunes 13 y el martes 14 participar de la primera reunión del Consejo. Dado que el periodo en funciones se ha alargado más de tres meses, lo esperable es que la formación de Gobierno sea rápida, aunque nada ha trascendido de los planes del presidente aún, que tendrá que pactar el nuevo organigrama con su socia de coalición, Yolanda Díaz.
La calificación por la Mesa
Ferraz lleva advirtiendo dos semanas de que el deseo de Sánchez es llegar al Congreso del PES, en Málaga, ya investido. Y va camino de conseguirlo. Porque podría ser reelegido, si ningún engranaje se rompe, entre el 8 y el 10 de noviembre, a tiempo para que el 11 esté en la ciudad andaluza.
La Mesa podría calificar la iniciativa también de manera inminente. Pendientes de convocar las consultas de ERC y de Junts
Antes de que arranque la investidura, eso sí, deberán estar resueltas las consultas internas de los partidos firmantes de los respectivos acuerdos. La del PSOE finaliza este sábado, aunque los resultados se conocerán el domingo 5. Pero ERC y Junts han de convocar las suyas para que sus militantes validen sus alianzas con los socialistas.
Lo esperable es que todo se acelere desde este mismo jueves. Justo cuando se espera el registro de la ley de amnistía en el Congreso, el nudo del que ha dependido la investidura de Sánchez. Aún podría hacerse el viernes, no obstante. La Mesa podría calificar la iniciativa ese día o bien la semana próxima, pero en cualquier caso se cumpliría el compromiso por parte del PSOE de que el texto haya entrado en la Cámara baja antes de que el candidato inaugure su propia sesión de investidura.