Donald Trump pasó «varias horas» en casa de Jeffrey Epstein con una de sus víctimas. Así se desprende del contenido de tres emails del pederasta publicados este miércoles por los legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en los que se sugiere además que el delincuente sexual convicto creía que el republicano sabía más sobre sus abusos de lo que había reconocido hasta entonces.
Los nuevos hallazgos que sugieren un vínculo más cercano del fallecido magnate con el presidente estadounidense fueron compartidos este miércoles por miembros del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, durante la revisión de unos 23.000 documentos adicionales sobre el caso Epstein, que ha causado una intensa agitación entre las bases del mandatario republicano.
Trump ha negado categóricamente cualquier implicación o conocimiento de la red de tráfico sexual de Epstein. Siempre ha defendido que él y el desprestigiado financiero que se suicidó en una prisión federal en 2019 fueron amigos en el pasado, pero que se distanciaron.
Sin embargo, en uno de los mensajes difundidos este miércoles, Epstein aseguraba rotundamente que Trump «sabía de la existencia de las chicas», muchas de las cuales, según se determinó posteriormente en investigaciones, eran menores de edad.
En otro correo, el pederasta reflexionaba sobre cómo responder a las preguntas de los medios de comunicación acerca de su relación, dado que Trump estaba empezando a emerger como una figura política nacional.
Por ello, los legisladores demócratas sostienen que estos correos, seleccionados entre miles de páginas de documentos recibidos por su comité, suscitaban nuevas preguntas sobre la relación entre ambos.
El caso que sacudió a MAGA
El ‘caso Epstein’ ha desatado una tormenta política en Estados Unidos, sobre todo tras la decisión de la Administración Trump de mantener bajo secreto numerosos archivos conectados con la investigación de delitos sexuales de Epstein.
Decisión que evidenció las grietas internas del trumpismo y sobre todo del movimiento MAGA, al exponer las contradicciones entre el discurso previo de transparencia total por parte del republicano durante la campaña electoral y las limitaciones legales y políticas del ejercicio del poder.
Aunque durante la campaña era habitual que Trump afirmara su interés en la transparencia y en publicar todos los documentos, finalmente el Departamento de Justicia determinó que gran parte de los archivos no serían divulgados, argumentando la protección de víctimas y la presencia de información sensible, como pornografía infantil.
Esta postura ha alimentado el escepticismo y la desconfianza pública, sobre todo ante las reiteradas promesas incumplidas de transparencia por parte del Gobierno.
El hecho de que el nombre de Trump, junto con el de otras figuras prominentes, aparezca en los archivos de Epstein ha intensificado el debate en la opinión pública y en el Congreso.
Altos funcionarios del Departamento de Justicia informaron a Trump sobre la aparición de su nombre, y subsecuentemente el Gobierno se enfrentó a presiones de legisladores y medios para hacer públicos los archivos.
Los tribunales han respaldado la decisión de la Administración Trump, enfatizando la necesidad de proteger el secreto del gran jurado y la privacidad de las víctimas, lo que ha generado aún más suspicacia entre críticos y parte de la ciudadanía.
Personalidades del mundo MAGA que antes apoyaban con fervor a Trump han cuestionado abiertamente la decisión, mientras otros mantienen su respaldo incondicional, atribuyendo el affaire Epstein a un ataque de los medios liberales y adversarios demócratas.
Dentro del propio Gabinete, se han reportado también tensiones y amenazas de dimisión a raíz del manejo de este caso polémico por parte de los principales asesores legales del presidente.













