récord de ventas de productos naturales para dormir

  1. Un negocio en expansión, pero sin base científica
  2. Un problema de salud pública
  3. La terapia más eficaz
  4. Entre la frustración y el negocio

El mercado ya había experimentado una fuerte subida el año pasado —un 12,34% más que en 2023—, lo que confirma una evolución sostenida en la demanda de estos productos.

Solo en septiembre se registraron ventas récord de 15,7 millones de euros, la cifra más alta del año y muy por encima de los 13,3 millones de 2023 o los 14,5 millones de 2024.

El auge de la melatonina, la valeriana y el magnesio, principales ingredientes de los suplementos para dormir, refleja la creciente preocupación social por el descanso y el aumento de personas que buscan remedios “naturales” frente a la falta de sueño.

Un negocio en expansión, pero sin base científica

Mientras el mercado crece, los expertos advierten que ninguno de estos productos ha demostrado eficacia en el tratamiento del insomnio.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) alerta de la proliferación de lo que denomina “productos milagro”: suplementos, aerosoles, infusiones, almohadas, antifaces, dispositivos electrónicos o incluso retiros de fin de semana que prometen mejorar el sueño sin evidencia médica que lo respalde.

“El insomnio es un trastorno médico complejo, que requiere un abordaje diagnóstico y terapéutico riguroso”, advierte la Dra. Celia García Malo, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.

“Cada vez es más frecuente encontrar afirmaciones categóricas y soluciones falsas sin validez científica. Detrás de ellas hay una industria con gran poder de marketing que busca su nicho entre quienes sufren este problema de salud”, añade.

La SEN advierte que el uso de estos remedios no solo implica un gasto económico innecesario, sino que puede empeorar los síntomas y retrasar la búsqueda de ayuda médica adecuada. En algunos casos, incluso favorece la cronificación del trastorno.

Un problema de salud pública

Según los datos de la SEN, el 15% de los adultos españoles padece insomnio crónico, con consecuencias graves para la salud física y mental. Entre ellas, un mayor riesgo de depresión, ansiedad, hipertensión o diabetes. Además, el 43% de la población presenta en algún momento síntomas de insomnio, como dificultad para conciliar el sueño o despertares frecuentes.

“El insomnio no solo afecta a la noche. También tiene un gran impacto en el desempeño diurno, generando falta de concentración, irritabilidad, apatía y aumentando el riesgo de accidentes”, explican desde la sociedad científica.

Por ello, los neurólogos insisten en que el problema debe tratarse como lo que es: una enfermedad, y que solo los profesionales sanitarios están capacitados para diagnosticar y prescribir el tratamiento adecuado.

La terapia más eficaz

El tratamiento de primera elección, según la SEN, es la terapia cognitivo-conductual (TCC), una intervención psicológica que busca restablecer un patrón de sueño normal. “La TCC no se limita a simples pautas de higiene del sueño; requiere una evaluación individualizada”, subraya la Dra. García Malo. “Cada paciente tiene características y necesidades particulares”.

La especialista reconoce que el acceso a esta terapia sigue siendo limitado en España, lo que deja sin atención a muchos afectados. “Es una realidad sobre la que debemos seguir trabajando y reclamando como sociedad científica”, apunta.

En algunos casos, explica, puede ser necesario recurrir al tratamiento farmacológico, pero siempre bajo supervisión médica. “El insomnio no se resuelve con soluciones rápidas ni productos milagro. Se trata de un trastorno complejo que debe evaluarse dentro de una historia clínica completa”, añade la Dra. Ana Fernández Arcos, secretaria del grupo de estudio de la SEN.

Entre la frustración y el negocio

El auge del insomnio ha dado lugar a una industria multimillonaria que se expande más allá de las farmacias. En 2022, las ventas de remedios para dormir sin receta ya superaban los 130 millones de euros, según los últimos datos disponibles, una cifra que no incluye el negocio online ni los productos comercializados en otros canales.

Este crecimiento refleja tanto la preocupación social por el descanso como la vulnerabilidad de quienes sufren insomnio. “Optar por remedios sin validez genera frustración, y mientras el mercado sigue creciendo, los pacientes continúan sin encontrar alivio real”, señalan desde la SEN.

Los especialistas insisten en la necesidad de educar a la población sobre la verdadera naturaleza del insomnio y promover el acceso a tratamientos validados. Porque dormir bien, concluyen, no depende de una pastilla milagrosa, sino de un diagnóstico certero y una intervención médica adecuada.

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