El juez descubre gracias a una multa con radar que el mecenas de Alvise vendió un Bentley a su abogado para evitar el decomiso

El juez José Luis Calama ha descubierto que Álvaro Romillo, el financiador de Alvise Pérez, vendió por apenas 15.000 euros un Bentley Bentayga Azure V8 a una empresa de su abogado, con el fin de evitar que lo decomisaran las autoridades judiciales.

Sin embargo, se trata de un vehículo de lujo valorado en más de 200.000 euros. El juez ha constatado el traspaso del coche gracias, entre otros elementos, a una multa de tráfico, ya que un radar captó un exceso de velocidad.

Calama investiga a Romillo en el llamado caso Madeira, por una supuesta estafa piramidal cifrada en 260 millones de euros. Por ello, la Audiencia Nacional ordenó bloquear varios vehículos de lujo vinculados a la presunta organización criminal liderada por el empresario.

Pero una nueva resolución judicial, fechada el pasado 27 de octubre y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, desvela la venta del Bentley al abogado y de otros coches a otros individuos.

Así, según el juez, pretendían «evitar la realización [la incautación judicial] de gran parte de los vehículos cautelarmente decomisados en las presentes actuaciones».

Según recalca el magistrado, los pagos que realizó el abogado «tenían por objeto la adquisición fraudulenta del vehículo» de alta gama. Sin embargo, la Justicia ha detectado estos pagos.

Calama también analizó dos multas por exceso de velocidad, posteriores a la adquisición del coche.

El letrado de Romillo se llama Francisco Miranda Velasco. Como relata el juez, junto a otra abogada, es administrador de una mercantil, Jireh Investment SL, a través de la cual se realizaron dos transferencias, en abril de 2025.

Esos pagos suman 14.978 euros (11.953 euros y 3.025) y están dirigidos a la cuenta de Maranello Classic SL, controlada por presuntos testaferros de Madeira Invest Club (MIC), el conglomerado de empresas de Romillo y centro neurálgico de la presunta estafa piramidal.

Un Bentley del modelo mencionado. La imagen no corresponde con el coche concreto citado en esta noticia.


Un Bentley del modelo mencionado. La imagen no corresponde con el coche concreto citado en esta noticia.

Wikimedia Commons

El juez ha constatado que esas transferencias coinciden plenamente con las cantidades y la numeración de facturas emitidas por la sociedad del supuesto testaferro de Romillo a cambio del Bentley Bentayga.

Otra de las pruebas con las que cuenta la Justicia es la ubicación del automóvil: fue localizado circulando por la provincia de Málaga, donde el letrado tiene su domicilio social y donde suele ejercer.

«Para evitar la localización del mismo ante cualquier control», advierte el juez, el coche de lujo llevaba matrículas provisionales con otra numeración.

La Audiencia Nacional también analizó los movimientos del coche en los peajes. El 31 de mayo de 2025, este vehículo fue detectado en Las Pedrizas, en la autopista del Guadalmedina (Málaga).

Multas de tráfico

Tras el pertinente rastreo policial de la tarjeta bancaria que utilizó el conductor, los investigadores descubrieron que el titular de la misma era Francisco Miranda, el abogado de Romillo.

La vinculación con Maranello de los administradores de la mercantil Jireth Investment SL queda claramente constatada a través de las transferencias bancarias, así como por medio de los movimientos aportados por las cámaras de la Dirección General de Tráfico.

El magistrado subraya en el auto que Miranda Velasco había negado hacer uso del vehículo y que su sociedad mercantil Jireh estuviera en posesión del mismo.

Sin embargo, esta negación se ve desmentida no sólo por el pago del peaje con su tarjeta, sino también por el registro de la DGT de dos denuncias por exceso de velocidad asociadas a la matrícula del Bentley.

La conclusión del auto judicial es clara: los hechos relatados apuntan a una operación para evitar el decomiso de éste y otros vehículos de lujo vinculados al MIC.

Esta supuesta trama, en la que participaron otras personas y que afecta a más coches, se valió de la interposición de sociedades, de simulación de contratos de compraventa por precios irrisorios (entre 6.000 y 11.000 euros) y de la utilización de trámites administrativos fraudulentos para dar apariencia de legalidad a la circulación de los bienes.

Según el juez, los hechos descubiertos serían constitutivos de delitos de quebrantamiento de medida cautelar, frustración de la ejecución (lo que se conoce como alzamiento de bienes), malversación impropia de caudales públicos y falsedad documental.

Dada la naturaleza de estos delitos, que no son competencia de la Audiencia Nacional, el juez Calama ha decidido mandar toda esta documentación a los Juzgados de Instrucción de Madrid, que decidirán si investigan estos hechos.

Coches de lujo

El Bentley Bentayga forma parte de la veintena de coches de lujo que estuvieron en paradero desconocido al inicio del caso y fueron luego hallados por la Policía Nacional. Están vinculados a la supuesta estafa millonaria piramidal encabezada por Álvaro Romillo, alias CryptoSpain.

Este empresario también confesó ante la Fiscalía haber entregado 100.000 euros en efectivo a Alvise Pérez para sufragar su campaña a las elecciones europeas.

El pasado verano, los investigadores descubrieron que algunos de los mencionados vehículos podrían estar ocultos en una nave industrial en Portugal, alquilada a nombre de una mercantil lusa propiedad de Romillo, su padre y su tío, así como en otros almacenes a nombre también de ambos.

Todos ellos, según destacó la Policía en uno de sus informes, fueron vendidos por Romillo y su entorno por cantidades aproximadas de entre 6.000 y 11.000 euros, un detalle que no pasaba inadvertido a los investigadores, quienes creen que esos pagos tan ínfimos sirvieron para ocultar los lujosos vehículos a la acción de la Justicia.

«Extremadamente notorio, muy por debajo del precio del mercado», reflejan desde la Policía.

Este viernes, Romillo declara en la Audiencia Nacional como investigado por la supuesta estafa. Le asistirá su abogado, Francisco Miranda. Consultado su letrado, este refiere a EL ESPAÑOL que nunca dispuso del vehículo y que tan solo fue un pago en concepto de préstamo. Además, el letrado ha defendido en conversación con este periódico que nunca llegó a disponer verdaderamente de ese vehículo.

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