Nuevo umbral fiscal: ¿cuándo deberás declarar tus pagos con tarjeta?
La medida entrará en vigor el 1 de enero de 2026 y afectará a todos los ciudadanos que acumulen pagos con tarjeta por un total superior a 25.000 euros anuales. Este límite incluye operaciones realizadas con cualquier tipo de tarjeta: crédito, débito, prepago o virtual. También se sumarán las transacciones efectuadas a través de plataformas móviles como Bizum y otras apps de pago digital.
En el caso de los autónomos y empresas, el control será aún más estricto, ya que se eliminan los umbrales mínimos. Toda operación, sin importar su cuantía, deberá ser comunicada a la Agencia Tributaria si procede de una actividad económica.
Qué datos tendrán que enviar los bancos
Las entidades financieras estarán obligadas a remitir información detallada de los movimientos realizados con tarjetas. Entre los datos a proporcionar se incluyen:
- Identificación del titular y de los autorizados.
- Número de tarjeta y cuentas vinculadas.
- Volumen total de abonos y cargos.
- Pagos realizados en comercios físicos y online.
Además, este reporte se realizará de forma mensual y no anual como hasta ahora, permitiendo a Hacienda obtener una radiografía más actualizada del consumo y detectar posibles incongruencias fiscales.
Objetivo: frenar la economía sumergida
El objetivo principal de esta modificación normativa es ampliar el control sobre los movimientos económicos de los contribuyentes y cruzar datos con las declaraciones de la renta o de actividades económicas. Así, la Agencia Tributaria podrá identificar con mayor facilidad posibles ingresos no declarados o gastos que no se corresponden con los ingresos declarados.
Particulares bajo vigilancia
Aunque el umbral de 25.000 euros parece elevado, muchos ciudadanos podrían alcanzarlo sin notarlo, especialmente si acumulan pagos en viajes, reformas o gastos familiares. Si se supera esta cifra durante un año natural, el contribuyente podría ser objeto de una revisión fiscal más detallada.
¿Qué ocurre con los pagos en efectivo?
La normativa sobre operaciones en efectivo no sufre cambios. Los bancos seguirán reportando aquellas que superen los 3.000 euros. No obstante, con la extensión del control digital, Hacienda busca trasladar su vigilancia a formas de pago más comunes y menos rastreadas hasta ahora.
Un cambio en la fiscalidad cotidiana
Esta iniciativa se enmarca en una estrategia más amplia del Gobierno para modernizar el sistema tributario y adaptarlo a los hábitos digitales actuales. Además de perseguir la economía sumergida, se busca una mayor equidad fiscal, obligando a todos los contribuyentes a tributar en función de su capacidad real de gasto.
La Agencia Tributaria confía en que esta medida mejore la transparencia financiera y reduzca la evasión fiscal, integrando los pagos electrónicos dentro de un sistema de vigilancia fiscal más eficaz y actualizado.















