El Gobierno vincula la legislatura a los fondos UE y normaliza gobernar sin presupuestos

El Gobierno ha comenzado a allanar el terreno para asumir las consecuencias, tanto políticas como económicas, de un hipotético rechazo del Congreso a los Presupuestos Generales de 2026. Los mensajes sobre que se “sudará la camiseta” para “seducir” a los socios se comenzaron a combinar esta semana con el argumento de que el impacto de seguir con las cuentas públicas prorrogadas será reducido. Un escudo preventivo ante la falta de avances en las negociaciones mes y medio después de que Hacienda iniciase los contactos con los grupos. En el plano económico se alude a los buenos datos y las previsiones que sitúan a España como la economía que más crecerá entre los países de la OCDE. En este sentido, se invocan como principal salvaguarda los fondos europeos. Hasta el punto de que Pedro Sánchez los ha definido como unos “Presupuestos bis”. El flujo de los desembolsos rematará a finales de 2026.

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