El objetivo que se ha marcado la Dirección General de Tráfico (DGT) desde principio de año es reducir la tasa de accidente en un 50% con respecto al año pasado, después de que en 2022 se produjera un incremento del 5% en el número de fallecidos en carretera. También hay que tener en cuenta que este año ha entrado en vigor la nueva Ley de Tráfico que contempla un endurecimiento de las medidas de tráfico y nuevas sanciones para los conductores.
El organismo de tráfico sigue trabajando, junto a la normativa de la Unión Europea, en reducir el número de accidentes. El objetivo final es que en 2050 el número de víctimas en carretera se reduzca a 0. Una de las últimas decisiones de la DGT que ha anunciado hace pocos días es el fin de la obligatoriedad de utilizar los triángulos de emergencia en autovía y autopistas para señalizar una avería. De esta forma se busca reducir el número de atropellos.
Documentos obligatorios
La DGT es consciente que el mayor número de accidentes se produce por un exceso de velocidad, por realizar maniobras peligrosas o por un mal estado del vehículo. Pero también informa a los conductores de la obligatoriedad de tener los papeles del vehículo en regla para que los agentes de tráfico puedan tener un mayor control. Con el paso de los años se han ido modernizando los trámites con la Administración Pública y desde 2008 ya no es necesario llevar de forma obligatoria la póliza de seguros, pero sí que lo son otros documentos.
La DGT tiene derecho a solicitar a todos los conductores tres documentos: el permiso de circulación, el permiso de conducir y la tarjeta de la ITV. En caso de no llevar esta documentación encima podríamos recibir una multa de tráfico. Cabe recordar que el organismo permite llevar el carnet de conducir en la aplicación MiDGT, sin la necesidad de llevarlo en formato físico.
Las multas de la DGT
La Dirección General de Tráfico suele categorizar las infracciones dependiendo de su gravedad, de esta forma quedan de la siguiente manera: leves (suponen una multa de 100 euros), graves (suponen una sanción de 200 euros) y muy graves (que pueden ascender a más de 500 euros). Las multas de tráfico son uno de los mecanismos más efectivos para que los conductores y usuarios de la via respeten las normas de tráfico y, de esta manera, evitar que se produzcan más accidentes.
Infracciones leves:
- Ignorar las normas viales por parte de los ciclistas.
- No estar en condiciones de conducir un vehículo, ya sea por estar de baja laboral o enfermedad, ya que se pone en peligro al resto de conductores.
Infracciones graves:
- Uso de dispositivos de detección de radares móviles o cinemómetros.
- Aparcar o bloquear un carril bici.
- Conducir con el permiso de conducción suspendido.
- Utilizar dispositivos electrónicos, como el teléfono mócil, al volante o en la bicicleta.
Infracciones muy graves:
- Lanzar objetos a las vías que puedan ser un grave peligro para el resto de conductores o el medio ambiente.
- Utilizar dispositivos de intercomunicación no autorizados durante un examen para obtener el carnet.
- Incumplir las leyes que rigen la asistencia en carretera y utilizar alcoholímetros antiarranque.