Donald Trump prepara una reforma radical del sistema de acogida de refugiados para priorizar a los blancos. Según documentos obtenidos por The New York Times, la Casa Blanca estudia modificar el histórico programa de Estados Unidos dedicado a ayudar a las personas más vulnerables para convertirlo en uno que dé preferencia a las personas blancas de Europa y Sudáfrica, de habla inglesa y contrarias a la inmigración que dicen ser perseguidas.
En el primer día de su segundo mandato como presidente, Trump ordenó suspender la admisión de refugiados. Entre abril y julio, tras solicitar un estudio sobre el impacto del programa, funcionarios de los Departamentos de Estado y de Seguridad Nacional entregaron al Gobierno trumpista una propuesta que priorizaría a los blancos y excluiría a la gran mayoría del resto.
Trump ya ha promulgado algunas de las propuestas de ese polémico plan incluso antes de que se le presentase. En los últimos meses, la administración republicana ha reducido la admisión de refugiados y ha priorizado acoger a los afrikaners, la minoría blanca de Sudáfrica que desciende de los colonos europeos y que entre 1948 y 1991 dirigió el brutal sistema de apartheid en ese país y en Namibia. Influenciado por el magnate tecnológico Elon Musk, nieto de un político fascistoide canadiense que se mudó a Sudáfrica atraído por la segregación racial, Trump ha acusado erróneamente al Gobierno de Pretoria de permitir un «genocidio de blancos». Los datos oficiales muestran que la minoría blanca sigue controlando gran parte del poder económico y que, a diferencia de lo que clama Washington, no sufren más la violencia delictiva que otras comunidades.
Priorizar a los blancos europeos de extrema derecha
The New York Times informa que la Casa Blanca no tiene un calendario previsto para aprobar o rechazar algunas de las propuestas de ese plan, que ponen más énfasis en que los solicitantes de asilo se integren a EEUU obligándoles a asistir a clases sobre «historia y valores estadounidenses» y «respeto por las normas culturales», conceptos que estarían influenciados por la cosmovisión reaccionaria del movimiento Make America Great Again (MAGA).
La propuesta que se encuentra sobre la mesa del Despacho Oval aconseja a Trump que dé prioridad a los europeos blancos que han sido «objeto de ataques por expresar pacíficamente sus opiniones en Internet, como la oposición a la inmigración masiva o el apoyo a partidos políticos populistas», una recomendación que, según el diario neoyorquino, podría hacer referencia al partido ultraderechista Alternativa para Alemania, cuyos líderes más radicales han sido investigados o condenados por trivializar el Holocausto o revivir consignas nazis.
Justo el miércoles, Politico destapó un chat privado de líderes regionales de los Jóvenes Republicanos de Estados Unidos en el que decían «amar a Hitler«, pedían asesinar a rivales políticos en cámaras de gas, denigraban a negros y judíos o celebraban como «épica» la violación masiva de indígenas. El vicepresidente estadounidense y mano derecha de Trump, J.D. Vance, salió rápidamente a minimizar el escándalo al asegurar que se trata de «bromas ofensivas» y «cosas estúpidas» que «hacen los chicos jóvenes».
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