Podemos confirma el portazo a Izquierda Unida para el próximo ciclo electoral. El partido morado ha trasladado al partido de Antonio Maíllo que irá en solitario a las elecciones del 15 de marzo en Castilla y León, pero también su intención de extender su estrategia tanto al resto de autonómicas, incluyendo la cita de Andalucía en junio, como a los comicios municipales de 2027.
El partido morado ha evitado hasta ahora exhibir abiertamente su rechazo a concurrir con Izquierda Unida y Sumar en las distintas citas con las urnas, para evitar ser el responsable de la ruptura en la izquierda alternativa. Y aunque ha evitado rechazar públicamente los acuerdos, sí ha condicionado cualquier alianza a la salida de IU del Gobierno, alegando en privado que es incompatible su estrategia de oposición al Gobierno con la presencia en el Consejo de Ministros.
Pero el pasado viernes se produjo un cambio, cuando varios dirigentes del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos -la dirección nacional del partido- mantuvieron una reunión con miembros de IU en Castilla y León y trasladaron directamente su rechazo a mantener la coalición que sellaron en la región 2022 y que permitió a Pablo Fernández -hoy secretario de Organización y portavoz del partido- ser diputado en las Cortes regionales, donde mantiene su escaño.
En el encuentro, Podemos confirmó que iría a las urnas en Castilla-León en solitario, pero también avanzó que esta hoja de ruta forma parte de una estrategia ya tomada por al dirección estatal del partido, que tiene a Irene Montero como candidata a las generales previstas para 2027. Según detallan fuentes conocedoras de esta reunión, los miembros de la dirección morada detallaron que el plan consistía en llevar esta estrategia de ir en solitario también al resto de citas electorales, incluyendo a Andalucía pero también en las elecciones municipales de dentro de dos años.
Así, la intención a día de hoy es que la ruptura llegue a los ayuntamientos, donde en muchos casos conviven distintas fuerzas bajo una marca común. Podemos, a consultas de este medio, declina hacer comentarios al respecto.
Tensiones en Andalucía
Desde hace meses, la cúpula de Podemos es partidaria de que cualquier acuerdo autonómico estuviera vinculado a un pacto a nivel nacional con IU, en un intento de fortalecer la candidatura de Montero a las generales y excluir a Sumar, que no tiene representación en los territorios.
Una estrategia decidida a nivel nacional ha generado fracturas internas en Andalucía. La dirección andaluza de partido era proclive a sellar una alianza con IU y estuvo meses manteniendo reuniones con IU u otras fuerzas para repetir la coalición Por Andalucía, por la que hay tres diputados morados. O había. Porque uno de ellos, José Manuel García Jurado, anunció su cese en los cargos del partido y su renuncia a la reelección en señal de protesta por la estrategia de la cúpula.
También la secretaria general de Podemos Andalucía, Ángela Martínez Aguilera, era partidaria de confluir. Fue una de las dirigentes que apoyó el manifiesto impulsado por Diego Cañamero, miembro de la dirección nacional de Podemos, que reclamaba una consulta para establecer una política de alianzas. A día de hoy no se ha producido ninguna consulta sobre la estrategia aunque la dirección sí se ha anunciado ya las primarias para lanzar al candidato de Podemos en Andalucía, con el guardia civil Juan Antonio Delgado como principal perfil para disputar la Junta de Andalucía.
Mientras, Por Andalucía -donde están IU y Sumar, además de Iniciativa del Pueblo Andaluz– ya se ha puesto en marcha oficialmente y previsiblemente tendrá como candidato a Ernesto Alba -líder del Partido Comunista de Andalucía-.