Dar una nueva vida al 100 % de las aguas residuales de Santa Pola va a ser una realidad tras finalizar la etapa del estudio, a escala piloto, del “Proceso integrado de electrodiálisis-electroclorinación para el tratamiento de aguas residuales para uso agrícola y la protección del medio ambiente”, que forma parte de una tesis doctoral industrial que está realizando el santapolero Vicent Ayala Andreu bajo la dirección de los también santapoleros Miguel Ángel Montiel López y Vicente Montiel Leguey, director del Grupo de Electroquímica Aplicada y Electrocatálisis del Instituto de Electroquímica de la Universidad de Alicante.
Esta tesis doctoral cuenta con la cofinanciación de la empresa EURODIA, que aporta el prototipo piloto de desalación por electrodiálisis reversa (EDR), y con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Pola que facilita el estudio dentro de las instalaciones de la estación de depuración de aguas residuales (EDAR) de Santa Pola, que gestiona la empresa Global Omnium, ha explicado el Ayuntamiento a través de un comunicado.
Un momento de la visita a las instalaciones de la EDAR de Santa Pola / INFORMACIÓN
El proyecto se centra en aprovechar la mayor cantidad posible de las aguas residuales depuradas mediante el denominado proceso “terciario” de la EDAR para un uso agrícola. Las aguas depuradas en Santa Pola presentan un contenido elevado en cloruro de sodio (sal común) proveniente de las filtraciones marinas en la red de alcantarillado, lo que es muy difícil de evitar debido a la presencia de un nivel freático muy alto, explican las mismas fuentes.
Aplicaciones agrícolas
Ayala plantea eliminar el exceso de salinidad en el agua residual tratada para que pueda ser usada en aplicaciones agrícolas. Los estudios con el prototipo de planta piloto desplazado a la EDAR de Santa Pola han finalizado con «el éxito previsto en la fase anterior realizada en los laboratorios de la Universidad de Alicante», añaden estas fuentes.
El proceso permite recuperar entre un 80 y 90 % del agua depurada con una conductividad inferior a 2,5 mS/cm, lo que permite pensar en una aplicación directa de estas aguas para uso agrícola. Además, el 10-20 % restante, que se obtiene como rechazo o concentrado de la aplicación del proceso, presenta unas características que posibilitan su transformación total o parcial en disoluciones de hipoclorito sódico (lejías) que pueden ser empleadas dentro de la propia EDAR o en otras instalaciones municipales donde sea compatible su uso.
Esta última fase será realizada en las instalaciones de la Universidad de Alicante usando las aguas obtenidas en la EDAR. Así finalizará el estudio que será defendido en breve por el doctorando Vicent Ayala Andreu como su tesis doctoral.

Una imagen de archivo de una visita a la depuradora de Santa Pola / INFORMACIÓN
Visita a las instalaciones
Para presentar estos resultados y observar el funcionamiento de la planta piloto sobre el terreno de la EDAR, la pasada semana se organizó una visita a la que asistieron el teniente de alcalde de Santa Pola, José Pedro Martínez, acompañado por el concejal de Medio Ambiente, Ángel Piedecausa, y técnicos municipales, Jose Miguel Sempere, jefe de planta de la EDAR de Santa Pola (Global Omnium, explotadora de la gestión de la EDAR), junto a otros técnicos de la empresa. Allí recibieron las explicaciones por parte del doctorando, Vicent Ayala Andreu, y por sus directores Miguel Angel Montiel López y Vicente Montiel Leguey.
Comprometidos con el medio ambiente
Tras la visita a la EDAR, José Pedro Martínez se mostró ilusionado con la ventana que abre este importante proyecto: “Santa Pola tiene un problema endémico de filtraciones de agua del mar a la red de alcantarillado, ya que el nivel freático está muy alto y toda la zona baja del pueblo está al mismo nivel del mar. Debido a esto, las filtraciones generan un exceso de sal en el agua que se eleva a la depuradora y está impidiendo su correcta reutilización”.
Según explicó el teniente de alcalde, “a partir de estos satisfactorios resultados se va a desarrollar este proyecto a nivel industrial e implantarlo en nuestra depuradora, de modo que a corto plazo vamos a poder cumplir el objetivo de reutilizar el cien por cien del agua residual para usos agrícolas y urbanos, como baldeos, riego de parques y jardines, etc., utilizando también la lejía que se obtendrá. Esto supondrá además un extra en la protección de nuestro medio ambiente a través de un proceso novedoso y totalmente eficiente, además desarrollado totalmente por santapoleros”. Hace ahora tres años Santa Pola asumió también el tratamiento de las aguas residuales de la isla de Tabarca.
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