El fantasma de la guerra comercial trunca el rally de las bolsas: ¿qué pasará a corto plazo?

Cuando parecía que nada podía detener a los bolsas mundiales en su rally alcista, la situación se torció por completo el pasado viernes. Donald Trump acusaba a China de violar los acuerdos comerciales por sus nuevos controles a las exportaciones de tierras raras, y amenazaba con imponer «un arancel del 100%» a todos los productos chinos a partir del 1 de noviembre si el país asiático no rectificaba.

Wall Street, que ya cerró con fuertes pérdidas el viernes porque Trump amenazó con «aranceles masivos» antes del cierre, que concretó posteriormente con ese porcentaje del 100% tras el toque de campana, se prepara para un nuevo episodio de volatilidad e incertidumbre. Esto seguramente también afectará al resto de mercados, que marcaron máximos históricos la semana pasada o se encuentran muy cerca de ellos, como el Ibex 35 con sus 16.000 puntos.

Además, los inversores descontarán este lunes la dura respuesta de China a las amenazas de Trump. El gigante asiático ha justificado sus nuevos controles por las medidas aplicadas por Estados Unidos en las últimas semanas.

Así, ha pedido a Washington que rectifique y que siga negociando, pero al mismo tiempo ha lanzado un mensaje claro: «Amenazar frecuentemente con aranceles elevados no es la estrategia correcta para dialogar con China. La postura de China sobre una guerra arancelaria es consecuente: no la deseamos, pero no la tememos«.

Tras la respuesta china, Trump intentó rebajar la tensión y afirmó que «¡No se preocupen por China, todo estará bien! El respetado presidente Xi acaba de pasar un mal momento. No quiere una depresión para su país, y yo tampoco. ¡Estados Unidos quiere ayudar a China, no perjudicarla!».

¿QUÉ PUEDE PASAR A CORTO PLAZO?

Stephen Innes, director de SPI Asset Management, comenta que «después de esta bomba arancelaria, el guion se ha desmoronado. Los operadores improvisarán sobre la marcha, como músicos de jazz después de que el baterista lance sus baquetas al público»

Según este experto, «cualquier plan bien pensado para posicionarse o analizar datos ahora es confeti. Lo mejor que se puede hacer es mantener los stops amplios y el humor seco, porque esta semana no seguirá el manual; es el manual que se está reescribiendo en tiempo real».

En su opinión, todo dependerá a corto plazo de hasta qué niveles pueda escalar este nuevo capítulo de guerra arancelaria. «En cualquier caso, la volatilidad vuelve a estar presente, y el mercado está a punto de aprender, de nuevo, qué sucede cuando la geopolítica marca el cambio de la noche a la mañana», argumenta Innes.

«Justo cuando los operadores creían que la incertidumbre arancelaria se había disipado, los fantasmas de la guerra comercial volvieron a la palestra«, recuerda. Además, esto sucede después de un tremendo rally de los valores asociados a la inteligencia artificial (IA).

UNA CORRECCIÓN DEL 3% AL 5% SERÍA TOTALMENTE NORMAL

«Los operadores, que habían estado descontando la perfección, de repente se dieron cuenta de que la perfección conllevaba un riesgo geopolítico, y que las cadenas de suministro, no los recortes de tasas, podrían determinar el siguiente tramo de los precios del mercado. En un mundo donde los chips son el nuevo petróleo, los permisos de exportación se han convertido en las nuevas tasas de interés», relata este experto.

Así las cosas, el mercado puede utilizar este nuevo capítulo de guerra comercial como la excusa fundamental perfecta para registrar la corrección que muchos expertos llevaban tiempo anticipando, debido a los elevados niveles de sobreventa de los índices.

«Técnicamente, los gráficos pedían aire a gritos. El impulso estaba sobrevendido, las divergencias se acumulaban, la amplitud se reducía; y cuando esa situación se encuentra con el riesgo general, incluso un pequeño shock político puede detonar» los botones de venta, comenta Stephen Innes.

«El movimiento del viernes no fue un Armagedón, sino una revalorización. Los analistas ahora esperan una fase correctiva del 3-5%, no un colapso estructural; más parecido a una llamada a la realidad que a un mercado bajista. Aun así, los mercados no se corrigen en el vacío; se corrigen cuando las narrativas se rompen. Y el viernes se rompió una», concluye este experto.

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