Testigo directo de las hazañas de la edad de oro del deporte español, de Nadal a Gasol, este rostro mítico de la televisión baja el balón al suelo para hablar en clave canaria de Valerón, Kirian, Felipe o el Infante de Tegueste.
Participó en la presentación de ‘Ovalle Reportero Gráfico’ en la Casa Museo Pérez Galdós junto al cámara de TVE Manuel Ovalle. Periodismo inyectado en vena o manual romántico del gremio.
Era la última que hacíamos tras recorrer 55 ciudades del país. Yo le presenté en la primera, que fue el 22 de febrero de 2024 en Madrid y estuve con él en alguna más por la geografía española. Las Palmas de Gran Canaria cerró el círculo y fue muy emotiva. La obra recoge 47 años de trabajo de Ovalle con la cámara al hombro recorriendo 135 países, estando entre conflictos bélicos y desgracias naturales como terremotos. Un libro de cabecera que recomiendo a cualquiera que aspire a ser periodista. Se trata de un repaso, obra y milagros de la profesión por el globo. Siempre esperamos que escriban los que se pone delante de la cámara, pero pocas veces lo hace el que está detrás y lo ve con un solo ojo. Ese ojo de Polifemo con el que se capta todo. Está escrito con la memoria de la visión y esa particularidad lo convierte en una obra única.
¿Qué es lo que más le ha impresionado de Gran Canaria como escaparate mundial deportivo?
Me impresionó mucho la Ciudad Deportiva de Barranco Seco por el acierto en hacer unas instalaciones modernas, con una elevada capacidad de desarrollo e integradas en ese paisaje rocoso. Visité al primer plantel de la UD Las Palmas de Luis García Fernández y pude conversar con Luis Helguera y Larry Álvarez. Me gustó mucho el concepto de equipo y la idea de juego. Además, estuve con el consejero Aridany Romero y rematé la visita con un tour por el Estadio, que afronta una restauración de cara al Mundial 2030 necesaria.
Un histórico como la UD, 36 cursos en Primera, está obligado a subir. El peso de la urgencia
El problema es que hay 22 equipos de Primera en Segunda. Tienen tarea por delante para tratar de combatir y competir con esa necesidad. La estructura y el cuerpo técnico me ha cautivado, así como el empeño de sus trabajadores.
¿Conoció un caso de coraje como Kirian, que compite tras superar dos cánceres?
Pues una demostración que con lucha, esfuerzo y trabajo, así como con poquito de suerte, se puede salir de una enfermedad tan brutal. Lo ha llevado muy bien, le vi con muchas ganas de plasmarlo en algo importante para el equipo. Así como para su vida personal y deportiva. Es impresionante.
¿El periodismo deportivo clásico fue devorado por la tecnología del YouTube?
El periodismo tiene que adaptarse a la tecnología, que es una ayuda muy importante, pero sin perder el espíritu de la práctica más tradicional. Tuve la ocasión de vivir y disfrutar por obligación del periodismo, pero soy consciente de que hay que saber aprovechar las sinergias de los medios técnicos de vanguardia como las redes sociales (…) Por encima de TikTok, está el espíritu. El periodista es buscador de noticias y te empleas en contactar con la gente. Se ha perdido ese vínculo directo que sí había en mi época con el futbolista y entrenador. Hay que volver a las raíces del periodismo sin olvidar las nuevas tecnologías.
¿Cómo se hace periodismo deportivo en 2025?
El problema es que hay tantos medios… Siempre digo en tono de broma, que cuando empecé éramos cuatro y el de la guitarra. Había una relación excepcional con los jugadores del Real Madrid, Atlético de Madrid o la Selección. Ahora no puedes atenderlo a todos, la rueda duraría un día entero. Hay que buscar el equilibrio sin llegar al extremo de liquidar la rueda en cinco minutos como vi que fue ayer [se refiere al pasado jueves con la comparecencia de Luis García Fernández en Barranco Seco]. Los periodistas buscamos algo más que la simple noticia, queremos aportar datos y contenido. El reto es dar con el equilibrio entre los intereses de los clubes y los nuestros.
¿Tomaría café con Lamine?
Es imposible. Sería como tratar de hacerlo con Cristiano Ronaldo, por buscar a alguien más reciente o con Messi [el periodista madrileño sí entrevistó al argentino]. Ahora hay 50 periodistas que siguen un entrenamiento y los 50 quieren entrevistar al mismo y hacerle las mismas preguntas. Por eso, los clubes tienden a blindarse. Hay que hablar con los clubes y las directivas, que tengan un poco de comprensión. De igual manera, recetar a los periodistas que sean comprensivos y no atosigar. Es un equilibrio difícil, lo reconozco.
¿Florentino veta a periodistas?
A mí no me ha vetado nunca. Hay periodistas que por su forma de actuar caen mejor que otros a los dirigentes. Pero lo del veto a periodistas eso ha pasado a la historia. Vivimos en una sociedad democrática, en la que está fuera de lugar que te veten por tus actitudes o trabajo. No se debe consentir. En mi carrera no lo he vivido. No digo que no exista, me resulta extraño que exista esa forma de proceder en algunos clubes o de dirigentes.
¿Silva ha tenido el reconocimiento merecido?
Silva, el mago de Arguineguín. Claro que sí. Todos han contado con su representatividad en la Selección y fue una pieza indiscutible, como lo fue Valerón en su momento. Ayer [el pasado jueves] vi una foto de Felipe, central de la UD que es de Tenerife, en una de las paredes de Barranco Seco. Fue durante muchos años el central de la Roja. España es un conjunto de personajes que deben hacer un todo. Hay que meter todas las individualidades en una coctelera y ésa dio el resultado de campeones del mundo. Ahora veremos qué pasa con la España de De la Fuente.
¿Pedri es mejor que Silva?
Hay mucho camino por recorrer, esos jugadores destacan con tanta juventud y son un regalo. Pero deben asentarse en su puesto con un cometido. Desde ahí, crecer. Están en el camino como Yamal. Pero hay que ser pacientes. Es cuestión de tiempo y adaptación.
¿Por qué España se convirtió en una máquina de gloria?
He visto ganar a Rafa Nadal en Roland Garros en París y en la gran mayoría de sus grandes torneos de Grand Slams [Nueva York, Londres y Melbourne], así como en la Davis o Juegos Olímpicos. Me considero un afortunado por estar en los sitios más destacados de la información deportiva, estuve en sitios donde la gente mataría por poder trabajar para poder contar triunfos de deportistas españoles. Vivía la edad de oro del deporte español con mayúsculas. Demostramos que podíamos ser campeones. Y no dejo de escuchar esa frase de ‘soy español y a qué quieres que te gane’. Es la clara demostración de lo que es el instinto ganador de España. Hemos visto grandes triunfos y se ha roto el techo de cristal. Ojalá que sigan, la dinámica ya está ahí y vendrá más.
El día más triste fue…
La tragedia de Heysel en 1985 con 39 fallecidos italianos que sucumbieron al empuje de los hooligans en esa final maldita de la Copa de Europa entre el Liverpool y la Juve. Eso no se puede olvidar.
¿Cuántas bombas informativas se guardó en el cajón?
Pocas. Los periodistas queremos contar todo lo que sabemos, cuanto antes mejor. No me he guardado ninguna.
¿Qué secreto esconde en su libro de memorias?
Tendrá que leerlo. Es un repaso por 47 años de profesión en TVE. En Cerca de las estrellas hay un poco de todo, pero ante el reconocimiento de sentirme afortunado. Del 12-1 al Mundial. Está todo.
Valerón tenía cosas de Zidane.
Juan Carlos Valerón era un figura. Una clase impresionante. A Iniesta no le dieron el Balón de Oro que merecía por el Mundial de 2010. Si se consigue la próxima Copa del Mundo en Estados Unidos, espero que tengamos otro Balón de Oro. Se debe reconocer y premiar el talento español.
¿Pedri Balón de Oro?
Pedri, por supuesto que se lo daría. Es una figura y un jugador de talla mundial en el Barça. A la altura de aquella generación de oro de los Xavi, Iniesta o Casillas. Pero se tienen que conjugar aspectos como la suerte y estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Hay Selección para rato.
Suscríbete para seguir leyendo