No hubo historia en el Movistar Arena. El Real Madrid cumplió con los pronósticos y logró una cómoda y sencilla victoria ante un Asvel al que zarandeó y superó por 13 puntos de diferencia (85-72). Los blancos fueron superiores de principio a fin en una buena actuación coral de los de Sergio Scariolo, en un duelo en el que Chuma Okeke firmó un gran partido gracias a sus 17 puntos sin fallo en el tiro.
El Real Madrid manejó a su gusto los tempos en la primera mitad. Los franceses lograban resistir desde el acierto exterior (18-9), pero los hombres de Sergio Scariolo apretaban el acelerador en cuanto veían acercarse al combinado galo (22-11).
El exazulgrana Jackson trató de plantar cara
Un Chuma Okeke cada vez más adaptado al baloncesto europeo brilló para colocar el 27-19 con el que se cerró el primer asalto. Asvel trataba de no despegarse del partido gracias al acierto del exazulgrana y ya veterano Edwin Jackson (32-29), que cerró el primer tiempo con 13 puntos.
Chuma Okeke, en el partido de Euroliga ante el Asvel / EFE
El ataque blanco sufrió un colapso del que no tardó mucho en recuperarse, y dos tiros libres de Edy Tavares, más un triple de Sergio Llull, volvieron a disparar en el marcador a un Madrid que se marchó a vestuarios con 11 tantos de ventaja (48-37).
Gran actuación de Okeke
No cambió el guion de la película en el tercer cuarto. El Real Madrid se alzaba por encima de los 10 puntos (53-40), y en cuanto parecía que Asvel cogía algo de carrerilla para acercarse, nuevo acelerón blanco culminado con una canasta de Mario Hezonja que obligo a Pierric Poupet a detener el partido (64-51). Por su parte, Okeke seguía inspirado, completando su mejor partido desde que llegó a Madrid: 17 puntos al término del periodo con pleno de acierto en el tiro de campo (5/5 más 3/3 en TL).
Al último cuarto se entró con un 66-53 favorable a los de Scariolo, y después de triples de David Krämer, el duelo quedó visto para sentencia (83-61). El italiano tuvo un final de partido plácido para oxigenar la plantilla y darle minutos a Izan Almansa y a Gunars Grinvalds. Al final, y tras desconectarse algo del partido, triunfo blanco por 85-72.