Ucrania se está blindando con redes de pesca que llegan al fin de su vida útil y son donadas desde diversos puntos de la Unión Europea. Visten ya multitud de calles, vehículos y edificios. Y lo cierto es que, pese a su aparente inconsistencia, están demostrando ser un gran aliado contra los drones rusos. La iniciativa arrancó en el este y el sur del país hace ya varios meses y ha ganado terreno en la región de Járkov y partes de la ciudad de Kúpiansk, con multitud de aparejos enviados por pescadores que son transformados para construir túneles protectores o escudos invisibles. «Una contramedida simple, pero efectiva», así la calificó The New York Times este verano cuando se hizo eco de la estrategia. Y es que las redes son casi imperceptibles para las aeronaves no tripuladas que Moscú emplea para atacar vía aérea a Kiev, lo que permite atrapar estos aparatos y neutralizarlos.
Todoterreno protegido con redes. / De Leeuw Kyiv
Hay varios movimientos ciudadanos que están organizándose para hacer llegar la mayor cantidad de mallas posible a la nación de Volodímir Zelenski, como es el caso de De Leeuw Kyiv —una asociación de emprendedores holandeses residentes en el territorio ucranio que coordina la gestión de cualquier clase de ayuda humanitaria—. Además del material que obtiene del sector pesquero, la ONG está recolectando las llamadas flowerbulb nets, diseñadas para facilitar la plantación, cosecha y protección de los bulbos de las flores, mayoritariamente tulipanes.
Ante la proliferación de estas iniciativas, la duda que surge ahora en los despachos de Bruselas es si el actual Reglamento Europeo sobre Traslado de Residuos permite o no este tipo de apoyo, teniendo en cuenta que uno de sus requisitos es que la exportación de residuos —en este caso artes de pesca al final de su vida útil que contienen plástico— solo puede concebirse si existen garantías suficientes para evitar cualquier impacto negativo en la salud y el medio ambiente. «Existe una zona de incertidumbre en varios Estados miembros sobre si se puede conceder permiso en virtud del Reglamento para la exportación de redes antidrones», manifiesta el eurodiputado Bert-Jan Ruissen (European Conservatives and Reformists Group) en una interpelación escrita a la Comisión Europea. El problema está en que las redes dejan de estar cubiertas por el Reglamento cuando alcanzan «el fin de la condición de residuo», pero dentro de cada país hay «interpretaciones aparentemente diferentes» de esta catalogación.

Dron atrapado en una de las artes de pesca colocadas. / De Leeuw Kyiv
El parlamentario urge a la alta institución que concrete si aclarará las normas aplicables y facilitará el envío de aparejos de pesca a Ucrania, así como si está dispuesta a explorar las opciones de apoyo financiero y logístico necesarias para impulsar su recogida y posterior transporte. «Ofrecen una forma muy eficaz de cubrir y proteger lugares como trincheras, hospitales y carreteras», sentencia.
Ensayos a casi 300ºC en busca de nuevos usos para los aparejos
Proyectos como Redes de España tratan en estos momentos de descubrir nuevos usos para los aparejos pesqueros. La iniciativa desarrollada por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) y el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG) aspira a crear una certificación para la gestión de las artes que han llegado al final de su vida útil «fomentando su retorno a la economía circular», para lo que también contempla el diseño de «nuevos materiales» para sectores como la automoción y la aeronáutica. Como parte de su investigación, el personal implicado en el estudio ha realizado pruebas de calor que han sometido a los aparejos a entre 25ºC y 280ºC en una atmósfera de nitrógeno.
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