El Atlético de Madrid ganaba 0-1 al Celta con un gol en propia meta de Carl Starfelt. Tenía el partido controlado e iba encaminado hacia la victoria en Balaídos. Sin embargo, apareció Clément Lenglet para complicar el partido a sus compañeros. En el minuto 20, recibió una cartulina amarilla por derribar a Ferran Jutglà; y en el 40, vio la segunda por agarrar al mismo Jutglà cuando aún estaba en su propio campo y sin aparente peligro.
Su expulsión mermó al Atlético de Madrid, que no pudo aguantar la presión del Celta. El conjunto gallego consiguió empatar por medio de Iago Aspas y la euforia tras la goleada al Real Madrid se vino abajo por un agarrón que provocó un giro en un duelo que parecía destinado a ser una victoria de los hombres de dirigidos por Diego Simeone.
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Al entrenador del Atlético de Madrid no le gustó nada la decisión de Soto Grado de echar a Lenglet por un agarrón como el que dio el francés. Las cámaras de Movistar dejaron toda la secuencia. De cómo, al inicio, Simeone vislumbra lo que puede pasar hasta la indignación final. «¡Cuidado, Len! ¡Cuidado, Len!», comenzaba diciendo cuando Jutglà se le iba. Para, una vez que ve el agarrón, gritar: «¡Nada! ¡No ha sido! ¡No ha sido nada!».
Claro, al ver la decisión del árbitro, la indignación creció: «Sos un caradura, sos un caradura. Si está pitando eso es un caradura, es un caradura».
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El entrenador, que no quiso hablar sobre el asunto, al acabar el choque, se quedó esperando al colegiado en el descanso para hablar con él; pero Gustavo López y Nelson Vivas, sus dos ayudantes, le retiraron para evitar males mayores.