«¡Así, así, así gana el Madrid!», cantaba la afición del Santiago Bernabéu tras el triunfo del conjunto blanco ante el Villarreal CF por 3-1, un resultado totalmente ficticio y que estuvo condicionado por un nuevo show de Guillermo Cuadra Fernández, un árbitro nacido en Madrid pero afincado en Mallorca que pertenece al Comité Balear. Podríamos cambiar el grito de guerra y decir que «¡Así ‘te gana’ el Madrid», uno de los equipos más grandes del Planeta Fútbol en cuyos partidos en casa los colegiados siempre actúan condicionados, como se demostró ante el Submarino.
Puede que al peso el partido hubiera sido de empate, es por ello que al conjunto de Xabi Alonso le hizo falta ese impulso que le dio el árbitro que el Villarreal no tuvo.
Todas las acciones dudosas cayeron del lado merengue. Las faltitas, la segunda amarilla con teatro de Vinícius incluido y, cómo no, como reflejan los memes: ¡Penalti a favor del Madrid! Todas esas se las sacó de la manga el trencilla.
Y como consecuencia, derrota antes del parón en un duelo en el que los amarillos aguantaron bien la primera mitad, pero que en la segunda se vieron demasiado condicionados por medirse a un rival que tuvo demasiada ayuda.
El primer acto
La exigencias de las temporadas de Liga de Campeones tienen cosas muy buenas y bonitas, como pasearte por los mejores estadios del Viejo Continente y enfrentarte a los mejores clubs de Europa, pero también otras que complican, y mucho, el buen hacer de los equipos implicado en ellas. Por ejemplo el desgaste físico que supone disputar la máxima competición continental producto de jugar sábado-miércoles-sábado.
Por dicho motivo, Marcelino tiene claro que en cada encuentro debe diseñar un plan de juego en función tanto del rival como del estado físico de sus futbolistas.
Ante el Real Madrid mantuvo a ocho de los jugadores que arrancaron el choque ante la Juventus entre semana en la Champions, mientras que cinco fueron las novedades en relación al duelo liguero frente al Athletic Club.
El entrenador del Submarino tenía claro que para intentar sacar algo de provecho del Bernabéu debía plantear una primera mitad de oficio y desgaste ante el ímpetu y los arreones de los verticales atacantes blancos, para buscar sembrar el pánico en el área merengue a la contra. Por ello, con la novedad de Arnau Tenas en la portería y junto a la defensa habitual, ‘Marce’ dispuso de un centro del campo de mucho trabajo, con Thomas Partey y Santi Comesaña en el doble pivote y BuchananPape Gueye en las bandas, para que estos dos ayudaran a Mouriño y Sergi Cardona, los laterales que sufrieron a Vinícius Júnior, Franco Mastantuono y Kylian Mbappé.
Y como estiletes, la apuesta fue el veloz Oluwaseyi y Alberto Moleiro con libertad de movimientos, dejando a los ases de bastos en el banquillo: Pepe y Mikautadze.
Resistencia amarilla
Como el míster preveía, los laterales iban a sufrir con la verticalidad por banda del Madrid. De hecho, Sergi Cardona y Mouriño se cargaron muy rápido con una tarjeta amarilla cada uno.
El centro del campo amarillo no podía frenar el ímpetu blanco, pero los groguets supieron resistir en un primer acto en el que los blancos solo generaron peligro con un buen remate de Mbappé y otro solo de Mastantuono que sacó Renato Veiga bajo palos.
Una primera parte insulsa en la que el Villarreal tuvo la que Marcelino soñó. Moleiro puso un balón al espacio por el centro a Oluwaseyi, que se plantó solo ante Courtouis, pero el belga le sacó el mano a mano. Con 0-0 se llegó al descaso.
El show de Cuadra Fernández
El Submarino comenzaba el segundo acto con la inyección de adrenalina que iba a insuflarle la dupla Nicolas Pepe y Mikautadze, que entraron por Buchanan y Moleiro. Pero no les dio tiempo a entrar en calor. Vinícius Júnior encaraba a Mouriño, le superaba por la banda y su disparo en diagonal se coló en el marco groguet tras desvío involuntario de Comesaña.
Era el minuto 47 y los blancos se avanzaban en el preludio del show de Cuadra Fernández. El Madrid iba perdiendo fuelle y solo vencía 1-0 y los amarillos dieron un paso al frente. Pepe y Mikautadze generaron peligro e incluso realizaron un par de llegadas en las que acariciaron el empate.El centro del campo amarillo no podía frenar el ímpetu blanco, pero los groguets supieron resistir en un primer acto en el que los blancos solo generaron peligro con un buen remate de Mbappé y otro solo de Mastantuono que sacó Renato Veiga bajo palos.
Una primera parte insulsa en la que el Villarreal tuvo la que Marcelino soñó. Moleiro puso un balón al espacio por el centro a Oluwaseyi, que se plantó solo ante Courtouis, pero el belga le sacó el mano a mano. Con 0-0 se llegó al descanso.
El propio portero evitó dos clarísimas ocasiones blancas en el preludio de la reacción amarilla. Mikautadze ejecutó un cañonazo desde la frontal y batió a Courtois, haciendo el 2-1 en el 73’. Pánico en el Santiago Bernabéu.
Para evitar males mayores, en otra obra teatral de Vinícuis, el brasileño cayó cual fusilado al suelo llevándose la mano a la cara en un simple toquecito con el brazo a su pecho de Mouriño. ¡Roja! ¿Había dudas? Como dicen en Sudamérica, «las chiquitas del árbitro fueron todas para el Madrid».
Faltaba un cuarto de hora y con uno menos ya fue muy complicado. Mbappé sentenció el partido en el 81’, otorgando un triunfo a los blancos que se llevaron demasiado botín para lo poco que ofrecieron.
El Villarreal tampoco ofreció su mejor versión, pero cuando las fuerzas estaban igualadas o se decantaban hacia el lado groguet, Cuadra Fernández se encargó de desnivelar la balanza. Y así, sí, así, es muy difícil ganarle al Madrid.