Vinicius se libera ante el Villarreal y devuelve al Madrid a la senda de la victoria en Liga tras la pesadilla del derbi

Si está fino, Vinicius es un tormento para los rivales. Este sábado lo sufrió el Villarreal. El brasileño marcó, provocó y convirtió un penalti y forzó una expulsión. Marcó el rumbo del partido y recondujo al Real Madrid a la senda de la victoria en Liga. [Narración y estadísticas: Real Madrid 3-1 Villarreal]

Este es el Vinicius que quería ver Xabi Alonso. Que encara, que corre y que también presiona y roba. En días en los que Mbappé parece mortal, como este sábado y más que vendrán —aunque también anote; él hizo el tercer gol—, el ‘7’ ha de marcar la diferencia.

Ahora el Madrid se marcha al parón, con la duda de si Kylian, que terminó tocado, se irá con Francia. El derbi parece olvidado y también guerras internas como la del protagonismo de Vini o la posición de Fede Valverde —que destacó en la banda—.


Vinicius celebra con Mbappé su segundo gol en el partido

Reuters

Xabi manda sobre su plantilla, y eso volvió a quedar claro hoy. Tras toda la semana siendo debate público, puso a Valverde de lateral. Caso cerrado. Como cerradas parecen cuatro plazas de su equipo: de Güler a Mbappé, pasando por Vinicius y Mastantuono.

Repitió Ceballos, ante un Villarreal que era un peligro. Tercero en Liga y tras puntuar en dos de sus últimas cuatro visitas al Santiago Bernabéu, el equipo de Marcelino era una dura prueba para comprobar si la herida del derbi se cerró en Almaty.

Los de Xabi tuvieron el control desde el inicio. Es más, cerraron la primera parte con un 73% de la posesión. Sin embargo, era uno de esos partidos en los que costaría que la pelota entrara en el arco rival. Y no sería por falta de ocasiones.

La primera la tuvo Güler, apenas en el minuto 7. Se fue llenando de balón poco a poco el Madrid, y sobre el 20′ se sucedieron dos oportunidades más sobre la portería de Arnau Tenas. Una de Tchouaméni, de cabeza; otra de Mastantuono, salvada por Renato Veiga con su meta ya vencido.

Xabi Alonso dando instrucciones durante el Real Madrid - Villarreal


Xabi Alonso dando instrucciones durante el Real Madrid – Villarreal

EFE

En la banda se veía la desesperación de Alonso por esas situaciones de gol perdonadas. Cierto es que el Madrid estaba sometiendo al Villarreal, pero solo hasta el último pase. Faltaba culminar. El Submarino Amarillo, mientras, se veía ciertamente cómodo zambullido en su área.

Los de Marcelino sólo tenían que mirar por el periscopio y esperar su oportunidad. Esta pudo llegar tras una pérdida de Vinicius en campo rival. El brasileño se topó con un muro de jugadores amarillos y salieron estos a la carrera. El ruido del Bernabéu se silenció por unos segundos.

Su delantero Oluwaseyi cogió el balón y ganó el duelo físico a Huijsen. Solo tenía que acertar en el mano a mano, pero se le hizo de noche cuando pisó el territorio de un gigante llamado Thibaut Courtois. El belga detuvo el disparo con su brazo, yendo al suelo. La parada —un paradón— se celebró como un gol.

Pese al susto, no tuvo ni que reconducir el Madrid la situación. Mastantuono, el que más peligro creó de los locales, tuvo otra más para inaugurar el marcador antes del descanso. Quedó en otro ‘¡uy!’. Uno de los tantos que se escucharon en una primera parte de dominio merengue, pero sin goles.

El show de Vinicius

Mientras que Xabi prefirió no mover el banquillo en la reanudación, Marcelino sacó a su caballería pesada: Mikautadze y Pépé por Buchanan y Moleiro. En la grada se palpaba la tensión con el contador de goles aún sin inaugurar… aunque el remedio iba a estar en las botas de Vinicius.

Después de pasarse toda la primera parte encarando sin darle resultado, por fin le salió a Vinicius. Es lo que tiene el brasileño, que intenta diez y, por acumulación, alguna le sale. Eso le generó una situación de ventaja dentro del área y su disparo, aunque no fue preciso, golpeó en Comesaña lo justo para cambiar de trayectoria y dejar vendido a Tenas.

Celebró Vini, y con él el Bernabéu. Cuarto gol suyo en Liga. La sonrisa parece haber vuelto a su rostro y con ella el factor sorpresa que acostumbraba a dar al Madrid de hace dos temporadas su fútbol.

Vinicius celebrando el gol del 1-0 contra el Villarreal


Vinicius celebrando el gol del 1-0 contra el Villarreal

EFE

El Villarreal tenía que ir a por el empate y puso en algún aprieto al equipo blanco, sobre todo por las propias pérdidas de este. Fue fundamental en la tarea de contención Valverde, más presente hoy en la derecha que en todo lo que llevaba de temporada.

Metió piernas frescas Xabi Alonso para frenar el ímpetu amarillo y tratar de asumir menos riesgos. Entraron Bellingham y Camavinga por Güler y Ceballos.

El gesto de Mbappé

No acertó en alguna ocasión que tuvo Mbappé. El francés se notaba que no estaba entonado como otros días, pero sí lo estaba su pareja de ataque. En otra individualidad, Vinicius sacó un penalti a Rafa Marín y Kylian, en un gran gesto, le cedió el penalti a su compañero.

Casi lo paró Tenas, pero Vinicius convirtió la pena máxima e hizo el 2-0. Los dos suyos. Cuando está fino, te destroza. Es así. Le tocó esta vez sufrirlo al Villarreal. Pudo sacar otro penalti el brasileño a los pocos minutos, pero el colegiado Cuadra Fernández no lo vio así.

Salvado de lo que hubiera sido su sentencia, el Villarreal todavía no iba a vender su piel. Mikautadze recortó distancias cerca del minuto 75. Un disparo seco desde la frontal que se coló en la portería rozando el palo. Nada podía hacer Courtois para llegar ahí.

La acción de Mouriño con Vinicius que le costó la expulsión


La acción de Mouriño con Vinicius que le costó la expulsión

EFE

Había partido o eso parecía hasta que quiso, otra vez, Vini. Ahora no iba a ser ni marcando ni forzando un penalti, sino provocando la expulsión de un Mouriño al que volvió loco todo el partido. El canterano del Atleti vio la segunda amarilla tras perder la marca del hoy imparable delantero brasileño.

Ante uno menos y con la necesidad amarilla de lanzarse al ataque, los huecos se abrieron aún más para el Madrid. Lo aprovechó Mbappé, que incluso en días más grises acaba encontrando la vía del gol. Nueve suma en ocho jornadas. 14 contando los de Champions. El francés, por cierto, se marchó tocado al poco rato después.

El 3-1 fue la sentencia de un partido sufrido, pese a que el control siempre estuvo en manos del mismo equipo. El Madrid recupera el impulso antes del parón.

Sensación de que lo del derbi pudo ser un tropiezo puntual y que este equipo, como parecía hasta el Metropolitano, aspira a todo. Con jugadores como Mbappé o el Vinicius de este sábado, como para no. Este domingo, turno para el Barça.

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