La inflación da pocos motivos para bajar tipos en octubre al BCE, que dejará abiertas sus opciones

El leve repunte de la inflación de septiembre en al eurozona no da los suficientes motivos al Banco Central Europeo (BCE) para retomar la senda de recortes de tipos de interés en su reunión de finales de octubre. Sin embargo, el organismo mantendrá abiertas todas sus opciones.

Así lo ven en Scope Ratings, donde su presidente del Consejo Macroeconómico, Dennis Shen, señala que «con una inflación en torno al 2%, hay pocos motivos para un nuevo recorte de tipos por parte del BCE este mes de octubre», dado que «la economía es relativamente resistente y los riesgos para la inflación están equilibrados».

Según los últimos datos de Eurostat, en septiembre, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en el 2,2%, dos décimas por encima del dato de agosto y en línea con lo estimado.

«Las presiones inflacionistas podrían intensificarse a medio plazo. La inflación subyacente y la del sector servicios, así como el crecimiento de los salarios, han bajado desde máximos, pero siguen por encima del objetivo. Los mercados laborales siguen estando tensos, lo que empuja los precios al alza. El aumento del gasto público en Alemania y en toda Europa está ejerciendo presión inflacionista y se espera que el nuevo régimen de comercio de energía de la UE, que entrará en vigor en 2027, también provoque un aumento de los precios», señala Shen.

Sus previsiones para la inflación son del 2,1% para este año y del 1,9 % en 2026. Con este contexto, no esperan más recortes de tipos por parte del BCE este año, pero cree que el banco central mantendrá abiertas sus opciones.

«La preferencia a finales de este año o el próximo se inclinará hacia la flexibilización más que hacia el endurecimiento. El próximo cambio del tipo de depósito desde su actual 2% dependerá de la dinámica de la inflación, las relaciones comerciales entre EEUU y la UE, la trayectoria de crecimiento de la economía y el tipo de cambio», indica.

No obstante, añade que la reanudación de los recortes de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), junto con la demanda del mercado y la política para una mayor flexibilización, «puede ejercer una presión creciente sobre el BCE si la divergencia de tipos entre EEUU y la zona euro mantiene la apreciación del euro. Si no se controla, un euro más fuerte puede reducir aún más la inflación, empujándola potencialmente por debajo del objetivo y obligando al BCE a responder«, asegura.

Por su parte, Ulrike Kastens, economista senior de DWS, ve que, de cara a los próximos meses, es probable que la inflación vuelva a caer ligeramente: «Puede caer temporalmente por debajo del 2%, pero esperamos que la tasa de inflación promedio se mantenga en el 2% en 2026«.

Aunque considera que los riesgos económicos a corto plazo han vuelto a aumentar, no cree que el BCE deba actuar en octubre, «dada la reciente tendencia de la inflación». El BCE se encuentra actualmente en una «buena situación» y es probable que deje sin cambios los tipos de interés clave en octubre, afirma.

La misma posición tienen en ING, donde vaticinan que los tipos de interés se mantendrán estables «por ahora». En su opinión, este pequeño repunte de la inflación «puede ignorarse en gran medida». Y, de hecho, prevén que la inflación se situará ligeramente por debajo del objetivo del 2% del BCE en los próximos meses.

«Los precios de la energía han vuelto a caer y la fortaleza del euro contribuye a la bajada de los precios de las importaciones en estos momentos. Además, se espera que el crecimiento salarial se modere aún más en los próximos trimestres», algo que probablemente moderará las presiones inflacionarias en 2026, «pero no se prevé que tenga un gran impacto en la inflación subyacente por ahora», cuyas perspectivas se mantienen «muy estables».

La inflación subyacente se mantuvo en el 2,3% en septiembre «y parece razonable esperar que este indicador disminuya muy lentamente en los próximos trimestres. Todo esto facilita que el BCE decida sobre los tipos a finales de este mes: se mantendrá estable», expresan.

Las previsiones actualizadas del BCE estiman que la inflación de la eurozona se situará, en promedio, en el 2,1% en 2025, el 1,7% en 2026 y el 1,9% en 2027. En cuanto a la tasa subyacente, la proyección es que se coloque en el 2,4%, el 1,9% y el 1,8% en 2025, 2026 y 2027, respectivamente.

Además, recientemente, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, reiteraba que ve los tipos de interés «en un buen lugar» para hacer frente a unos riesgos inflacionarios que se encuentran «bastante contenidos», según su criterio. «Por nuestra parte, no podemos comprometernos de antemano con ninguna trayectoria futura de tasas, ya sea de acción o de inacción. Debemos mantenernos ágiles y preparados para responder a los datos conforme se vayan obteniendo», decía.

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