Su carácter tranquilo e introvertido fuera de la cancha contrasta con su hiperactividad y actitud dentro de ella. Quizá precisamente esa timidez ha provocado que muchas veces los focos no se pusieran en ella aunque sus actuaciones lo merecieran. Pero es que, de un tiempo a esta parte y por mucho que ella en sus declaraciones siempre ponga por delante al equipo, su extraordinario nivel ya es imposible que pasa desapercibido. Por eso Helena Pueyo fue nombrada la MVP de la Supercopa en el que puede ser un punto de inflexión en su camino hacia su conversión en una superestrella del baloncesto.
Porque tiene el talento, tiene las condiciones y tiene la actitud para convertirse en una de las mejores jugadoras españolas de este siglo. Le faltaba un poco creerse lo buena que es y comportarse en la pista como tal. Algo que parece haber cambiado. Si el Casademont Zaragoza ha dado un paso adelante en este inicio de curso, Pueyo ha dado dos. Seguro que a la joven de 23 años le ha venido estupendamente la experiencia de este verano con la selección española. La escolta fue un referente del combinado nacional en el Eurobasket donde se consiguió la medalla de plata (que no fue de oro por los tres minutos fatídicos) y en esa competición pudo comprobar que no tiene nada que envidiar a las mejores jugadoras del continente.
Algo en lo que siempre había apuntado convertirse, aunque su progresión haya sido diferente al de otros jóvenes talentos del baloncesto español como pueden ser los casos de Awa Fam o de Iyana Martín. Su progresión ha sido más progresiva porque así también lo decidió ella. Porque Helena Pueyo, tras destacar en el Segle XXI de la Liga Femenina 2, tomó una decisión por aquel momento sorprendente. Siendo una adolescente, la ahora jugadora del Casademont decidió cruzar el charco y seguir formándose en la NCAA, la competición universitaria estadounidense. Allí estuvo nada menos que cinco temporadas en las que militó en Arizona Wildcats.
La elección
En ese lustro en América, la española ya dio muestras de la jugadora que iba a ser. De hecho, fue elegida en el número 22 de la segunda ronda del Draft de la WNBA por los Connecticut Sun. Todavía no ha jugado en la mejor competición del mundo, pero lo hará si ella quiere en un futuro. Por tanto, en el verano de 2024, solo faltaba ser qué club iba a elegir para volver al baloncesto europeo y la mallorquina apostó por el Casademont Zaragoza, que anunció con orgullo su incorporación. «Helena Pueyo ha podido elegir jugar en cualquier club de Europa pero ha escogido a Casademont Zaragoza. La base de Palma, a sus 23 años, ha sido la revolución en Arizona, la revelación en la NCAA, la ilusión en el basket español y llega a Casademont Zaragoza para ser la confirmación», subrayó el club.
«Con paciencia y con su capacidad de trabajo y esfuerzo, Pueyo está llamada a ser un referente que aúna talento ofensivo y defensivo. Juventud con presente y futuro brillante, experiencia suficiente para rendir a la altura de lo que necesita Casademont Zaragoza. El fichaje que todo el mundo quiere, la jugadora lucirá la elástica de la Marea Roja», apuntaba el equipo aragonés. Tras un primera temporada en la que Pueyo ya maravilló en el Príncipe Felipe, en esta segunda todo indica que se va a producir esa confirmación de la que hablaba el propio Casademont. De momento, su inicio de curso no puede ser más prometedor. Porque aunque no le gusta hacer demasiado ruido y su modestia va siempre por delante, su nombre comienza a sonar cada vez con más fuerza.