Calles y calles pasadas por agua. Los vecinos de María de Huerva se dedican desde primera hora de la mañana e este lunes a limpiar el barro que las fuertes tormentas de este domingo ha dejado en sus casas. Entre ellas está Silvia Gracia, que con sus botas de agua puestas no deja de trabajar en limpiar su casa familiar. “Se nos ha levantado el suelo, que era nuevo del verano. y no tenemos luz”, comparte.
Junto a ella está su madre Ana, a la que la tormenta le cogió en casa. “Puse una madera en la puerta pero el agua entraba de todas formas”, explica. Su hija Silvia acudió lo más rápido que pudo. “Mi madre no pudo llamar porque se fue la telefonía. Cuando llegué no pude entrar, el agua me llegaba por las rodillas. La casa tiene un acceso por atrás y entonces pude acceder”, recuerda, y subraya: “El agua nos entraba a chorros”