Carlos Alcaraz ya es semifinalista del ATP 500 de Tokio tras barrer en dos sets al estadounidense Brandon Nakashima (6-2 y 6-4). Olvidadas las molestias en su tobillo izquierdo, el murciano recupera la mejor versión en un partido donde sus incontables trucos de magia amenizaron un duelo sin mucha historia.
No la tuvo ya desde un principio. Alcaraz empezó el partido al resto y rompió a las primeras de cambio a Nakashima, que todavía no había entrado al partido que ya estaba por debajo. El murciano no estaba dispuesto a que se complicara el duelo como ayer contra Bergs, así que salió más concentrado para evitar disgustos.
Imperial en su servicio, Carlos no dejó ningún resquicio para que su rival se metiese en el partido en la primera manga. Y cansado de encontrarse con un auténtico muro, Nakashima cedió su segundo juego al saque con 4-2 para que Alcaraz cerrase el primer set sin muchos más apuros (6-4).
Un tenista que es mago
Tampoco tuvo demasiada sustancia la segunda manga. Nakashima empezó a sentirse más cómodo al servicio, parecía conectar mejor con la bola… pero la sensación era de que por poco que apretase Carlos, el partido iría a su bolsillo. Y así fue; la rotura con 2-2 en el marcador fue el preludio de un segundo set donde Alcaraz arrasó.
Y lo hizo a base de sus numerosos trucos de magia. Cuando no eran dejadas milimétricas eran golpes teledirigidos; sea como fuere, el murciano quiso poner fin al sufrimiento más pronto que tarde y dispuso de tres bolas de partido al resto que desaprovechó. No lo hizo al siguiente juego al servicio, que le sirvió para certificar su victoria en un partido brillante por parte del murciano.
Superada la barrera de los cuartos de final, en semifinales de Tokio ya espera Casper Ruud, quien venció 6-3, 6-2 al australiano Aleksandar Vukic. El noruego será una prueba de mucho más nivel para Carlos, que espera poder seguir con el nivel mostrado este domingo para certificar su billete para la final del ATP en la ciudad nipona.