Luis Olay Gayoso (Oviedo, 1969), es el jefe de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y, si tiene clara una máxima, es que «el deporte es salud»; también el músculo, al que define como un órgano que va más allá de dar soporte estructural al organismo y que participa en una infinidad de los procesos que lo regulan. Por ello, afirma que invertir en ejercitarse es hacerlo también en prevención de cualquier enfermedad, entre ellas, por supuesto, el cáncer. El médico ofreció ayer la charla «Salud y deporte», en el seno del Primer Torneo PadelFek contra el Cáncer, organizado en el Club Hípico Astur (Chas) por la Fundación Eduardo Kocina el 26, 27 y 28 de septiembre.
¿Qué peso tiene el deporte para prevenir la enfermedad?
Las dos decisiones de salud más importantes son dejar de fumar y hacer deporte. Los beneficios de la actividad física repercuten en todo el organismo. La mejoría en la fuerza muscular tiene un papel muy importante en el sistema endocrino. La salud muscular es un término que ya usamos de forma cotidiana, porque un músculo sano supone mejor sistema inmunitario y salud emocional, además de ser un sistema preventivo de enfermedades como la diabetes, la obesidad, enfermedades cardiovasculares, caídas en gente mayor y, por supuesto, el cáncer.
¿Entonces el músculo es salud?
Exacto. Masa muscular sana va acompañada siempre de mejor salud, porque al predominar la masa magra se mantiene la estructura física, y con el ejercicio se quema grasa.
La ciudadanía asocia más el músculo al alto rendimiento o la mera estética, ¿no?
También es así. Pero cuando se empieza a hacer deporte y el gasto es mayor que tu ingesta calórica e va a producir pérdida de grasa, especialmente en las personas con sobrepeso, que es una enfermedad en sí misma asociada a hipertensión, enfermedad cardiaca, etc., que están ligadas a una mayor cantidad de grasa corporal
¿Cómo debe practicarse?
Siempre lo recomendamos adaptado, que pueda hacerse diariamente o varios días a la semana. El ejercicio es sinónimo de mayor resistencia, mejor calidad de vida y mayor funcionalidad, otro término que manejamos mucho. Más existiendo una población tan envejecida, especialmente en Asturias. La funcionalidad es la capacidad ara realizar las actividades de la vida diaria con independencia, y la pérdida de masa muscular provoca complicaciones derivadas de caídas o en pacientes hospitalizados o en tratamiento. Los músculos se atrofian si no se usan. Algo tan trivial como no tener fuerza para toser se traduce en mayor incidencia de neumonías y complicaciones severas y muerte en pacientes mayores.
¿Hay edad para empezar?
Nunca es tarde, un paciente que iba a incluir en el programa de la Fundación Eduardo Kocina tiene 92 años con un cáncer de próstata con metástasis óseas que responde al tratamiento y sale todos los días a hacer ejercicio. Sabe que es importante el ejercicio aeróbico, caminar por ejemplo o con una sencilla pedalera en casa, pero ahora se da cada vez más importancia al anaeróbico, que es el de fuerza y resistencia. No meterse en el gimnasio a levantar cien quilos, pero cada uno a su nivel aunque sea con una botella de medio litro como pesa. Vemos mucha atrofia también en los músculos de las piernas, en personas mayores. Los pacientes vuelven con la funcionalidad revitalizada por hacer las tareas del día a día y, fruto de ello, también la salud emocional. El ejercicio y la mejora del ánimo forman un círculo que se retroalimenta.
¿Recomiendan deportes por encima de otros?
Cada uno el que le guste. Andar es un deporte muy recomendado para quien no haya hecho nada, pero hay apasionados de la natación, que es completísima; otros con la bicicleta. Y luego está el deporte invisible, que es subir por las escaleras en vez de coger el ascensor o ir a la compra andando y traer la bolsa o como una paciente, que me dice que en casa le gusta hacer todas las tareas a ella, de las que no paran.
¿Y a los pacientes oncológicos?
Se ha demostrado que es preventivo del cáncer. Cuando el paciente viene con el tumor y tiene pendiente quimioterapia, radioterapia o cirugía recomendamos el deporte porque mejora, como decíamos, la independencia y salud emocional. Y por supuesto después, en la fase de recuperación, se recomienda a largo plazo. Con el programa de la Kocina les asesoramos los primeros meses para que mantengan el hábito.
Hábleme de este programa.
Se captan pacientes del Área IV, pero pretendemos extenderlo a otras. A los derivados por el oncólogo se les pone en contacto con la fundación y se les da un asesoramiento gratuito de tres meses en ejercicio físico, control nutricional y apoyo psicológico, un abordaje integral por profesionales de estas áreas. A nivel dietético, se incide en la ingesta proteica, además, que es importante al hacer deporte y más porque por la enfermedad la tienen reducida, lo que colabora en la atrofia muscular.
¿Cómo resumiría en una píldora este conocimiento?
El deporte a cualquier edad es salud. Como rutina en el día a día. Es prevención de enfermedades y el músculo es salud.
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