Tercera jornada del juicio de la red de drogas relacionada con Laureano Oubiña. Este jueves, el instructor de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Oviedo en el momento de los hechos (2017) ha expresado su convencimiento de que «Oubiña era el intermediario o el proveedor» de los cuatro kilos de cocaína incautados a la red asturiana el 8 de noviembre de 2017. Se basa sobre todo en los indicios
Además, el mando policial desveló que uno de los narcos implicados, Carlos de la M., que ha aceptado cuatro años y medio de cárcel, acudió a un hipermercado de Cambados a recoger la droga en un coche que usaba el conocido actor Luis Zahera, con el que, según dijo, había pasado la noche. El actor fue interrogado por los agentes al día siguiente, sin que se le imputase delito alguno. En la primera jornada del juicio, Laureano Oubiña admitió que conocía a Luis Zahera, al que se dirigía como «Petróleo», en referencia a la serie que protagonizó hace veinte años.
El instructor de las diligencias explicó que la investigación empezó en junio de 2017, centrada en Iván F. F. y Juan G. D. (ambos han reconocido su culpa), a través de quienes llegaron a Antonio Llamas Berjano y Ricardo Cortés Gil (los dos fallecidos), el último de ellos considerado supuesto dirigente de la red de drogas, que era secundado por Micael F. S. (también reconoció los hechos). «Sergio R. C. y Antonio Llamas eran los ‘machacas’ de los jefes, que realizaban las entregas de drogas, la distribuían e incluso iban a por gominolas para los hijos de Ricardo», indicó el mando de la Benemérita.
La organización tenía un modo muy peculiar de actuar. Fiaba la droga a los distribuidores, que quedaban en deuda, de entre 105.000 y 600 euros. Los distribuidos quedaban «enganchados a la organización y estaban obligados a coger más droga para pagar lo que debían».
El mando policial justificó la acusación respecto de varios acusados que no han aceptado su culpa. Brais B. L., por ejemplo, se entrevistó con Micael F. S. en Porceyo (Gijón) y recibió 410 gramos de cocaína en dos veces, a 34 euros el gramo. En la documentación incautada a la organización se documenta la entrada de estos 410 gramos, con la indicativa palabra de «menudeo».
En cuanto a Adrián G. R., que tampoco ha reconocido su culpa, es identificado en las libretas de los narcos como M5, por conducir un BMW M5, y además hay varios post-it con el nombre «Adrián» que le inculpan.
En cuanto a los indicios que apuntan a Laureano Oubiña, la clave son las llamadas de Carlos de la M. P., que viajó desde Málaga a Galicia con la supuesta intención de entregarle el sumario de su tío Juan José, para que el histórico narco le diese su «dictamen». En realidad, la Guardia Civil cree que el «sumario» es un sinónimo de «sustancias». Un día antes de que le pillasen con cuatro kilos de coca, hay un llamada que le sitúa en el bar Martínez, poco después llama a David G. R., presunto testaferro de la red (hoy en paradero desconocido y con una petición de pena de 16 años de cárcel), diciendo que quería hablar con Micael F. S. También llama Ivan F. F. para quedar y contarle cosas importantes en relación a «el Grande», al que la Guardia Civil identifica con Laureano Oubiña.
Iván F. F. llega a prestarle 1.500 euros a Carlos de la M. P. para acudir a una segunda cita en Galicia y «viajar tranquilo». También hay una llamada a Ramón P. L., en la que emplaza a Carlos de la M. P. a llamar a «el amigo». Tres minutos después, llama por teléfono a Laureano Oubiña. Y poco después llama a la Ivan F. F. requiriendo hablar con alguien de la organización. Poco después, Micael F. S. llama a Carlos. En ella, carlos dice que «tienes que traer la documetación», que la Guardia Civil interpreta como que tiene que llevar el dinero para pagar la muestra. También hablan de que tiene «rubia» y «morena», que puede referirse, según la Guardia Civil, a cocaína o heroína, o que que puede referirse también a «calidades» de la cocaína, «más o menos amarilla».
La Guardia Civil sostiene que se produjo la entrega de la muestra en Ribadeo, que debió ser conforme. En ella participaron Carlos, Micael y una tercera persona que no ha sido identificada. Al día siguiente fueron a por los cuatro kilos de cocaína.Los coches, sostiene la Benemérita, los puso el testaferro, David G. R., en concreto un Saab y un Volvo. Al parecer, el jefe de la banda decía: «Mañana tengo que viajar, tienes que poner dos coches», y David G. R. entregaba los vehículos. Alguno de ellos falló en el último momento.
A preguntas de la defensa de Laureano Oubiña, a cargo del zaragozano Francisco García Berenguer, el mando de la Guardia Civil señaló que el histórico narco entregaba la droga a la red, lo que no quiere dcir que lo hiciese «físicamente».
Este viernes continúan las declaraciones de los agentes que investigaron a la red.
Suscríbete para seguir leyendo