El monumental enfado de Carla Bruni con una periodista al salir del juicio que ha condenado a prisión a Nicolas Sarkozy

Máxima tensión y enfado es lo que se ha vivido este jueves, 25 de septiembre, en el Tribunal Correccional de París por parte del matrimonio formado por Nicolas Sarkozy (70 años) y su esposa, Carla Bruni (57). 

La justicia francesa ha dictado una de las sentencias más duras de su historia reciente contra un exjefe de Estado. Sarkozy ha sido condenado a cinco años de prisión por su implicación en una trama de financiación ilegal vinculada al régimen del fallecido dictador libio Muamar Gadafi.

El fallo, emitido por el tribunal de París, considera probado que parte de los fondos que impulsaron su campaña presidencial en 2007 procedían de Libia, en un pacto que buscaba beneficios políticos y diplomáticos a cambio de dinero.

La sentencia no solo señala a Sarkozy, sino también a sus colaboradores más cercanos: Claude Guéant, exjefe de gabinete y ministro del Interior, ha recibido una condena de seis años de prisión.

El gesto de Carla Bruni a una periodista, este jueves, día 25, en París.


El gesto de Carla Bruni a una periodista, este jueves, día 25, en París.

Gtres

Por su parte, Brice Hortefeux, amigo íntimo del expresidente, ha sido sentenciado a dos años, que podrá cumplir en arresto domiciliario.

El tribunal considera que el expresidente conocía las maniobras de sus aliados, aunque no participó activamente en ellas, lo que ha generado controversia sobre la coherencia del fallo.

Sarkozy, que ya había sido condenado en dos procesos anteriores -por corrupción y por financiación ilegal en 2012-, se enfrenta ahora a la posibilidad real de ingresar en prisión.

A sus 70 años, podría solicitar una liberación provisional por motivos de edad, pero la Fiscalía ya ha anunciado que en el plazo de un mes se fijará la fecha de su entrada en prisión.

A la salida del tribunal, Sarkozy se ha mostrado desafiante: «Si quieren que duerma en prisión, lo haré con la cabeza bien alta porque soy inocente».

Carla Bruni atendiendo a la prensa y tapando el micrófono.


Carla Bruni atendiendo a la prensa y tapando el micrófono.

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Acompañado por su esposa, la cantante y exmodelo Carla Bruni, y sus tres hijos, el expresidente ha denunciado lo que considera una «decisión de una gravedad extrema para el Estado de derecho» y un «ataque a la imagen de Francia».

Carla Bruni, a la salida del juicio, ha arrancado el capuchón del micrófono de Mediapart, el medio que sacó a la luz la posible financiación libia de la campaña de su marido de 2007, y lo ha arrojado al suelo con desprecio.

La escena ha tenido lugar al final de la intervención ante los medios de Sarkozy, a la salida del tribunal donde ha escuchado la sentencia que le condena a cinco años de cárcel, lo que le deja al borde de ingresar en prisión.

Fue ese medio digital el que sacó a la luz el primer documento que apuntaba a la financiación de la campaña de Sarkozy con dinero del régimen de Muamar Gadafi.

En su declaración, Sarkozy ya apuntaba a Mediapart: «Incluso el tribunal ha considerado solemnemente que el documento Mediapart que estaba en el origen de este proceso era una falsificación«.

El ex presidente francés entre 2007 y 2012, de 70 años, anunció que recurrirá la condena, aunque eso no suspende su aplicación, que se hará efectiva en los próximos días.

Carla Bruni ha estado a su lado en el momento de la comparecencia ante los medios y ha seguido con un rostro sonriente sus palabras, antes de hacer ese gesto con el micrófono de Mediapart, que rápidamente se ha vuelto viral en las redes.

Posteriormente, Bruno ha colgado un mensaje en su cuenta de Instagram en la que, junto a una foto de ella y su esposo abandonando el tribunal escribe: «El amor es la respuesta. El odio no tomará la delantera«.

Carla Bruni, enfadada en París, este jueves.


Carla Bruni, enfadada en París, este jueves.

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La condena representa un golpe devastador para la imagen de Sarkozy, que aún conserva influencia en el campo conservador francés. Su trayectoria política, marcada por una presidencia de perfil alto y una retórica firme, queda ahora eclipsada por un expediente judicial que acumula tres condenas y múltiples procesos abiertos.

El caso Gadafi, además, tiene una dimensión histórica incómoda: años después de recibir presuntamente fondos del régimen libio, Sarkozy lideró la intervención militar que contribuyó a la caída del dictador en 2011. Una paradoja que añade complejidad al relato judicial y político.

Con esta sentencia, Nicolas Sarkozy se convierte en el primer expresidente francés condenado a prisión por delitos cometidos durante su mandato.

Y Carla Bruni, lejos de ser solo una figura decorativa, se ve arrastrada por el torbellino judicial que amenaza con redefinir el legado de una de las parejas más mediáticas de la política europea. El Elíseo queda atrás; lo que viene ahora es una batalla por la reputación, la libertad y la memoria.

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