Hace justo un año y recién atravesada la sexta jornada de la 24-25, el Real Zaragoza de Víctor Fernández circulaba segundo clasificado, con 13 puntos, cuatro victorias tras acabar de superar al Levante con una genialidad de Samed Bazdar, un empate y una derrota. Ahora, un año después, es penúltimo tras seis citas de este curso que, sumadas a las 36 del pasado, suponen las 42 de una liga completa. En ellas, el Zaragoza, sobre los 126 puntos en disputa en un campeonato, de Víctor, de David Navarro como interino, de Miguel Ángel Ramírez y ahora, desde mediados de marzo, de Gabi solo ha sumado 41 puntos, lo que le convertiría en el colista destacado entre los 15 equipos (hay 3 ascensos y 4 descensos) que han hecho esa misma trayectoria en Segunda de 42 citas.
Ni que decir tiene que esa cifra implicaría un descenso asegurado en esa Liga anual antes descrita, con un terrorífico balance de 9 victorias, ninguna en el campeonato actual, el que menos también de esos 15 equipos, 14 empates y 19 derrotas, teniendo en cuenta que Burgos, Málaga y Castellón serían los que precederían al colista Zaragoza, los tres con 51 puntos. Es decir, con 10 más, por lo que el farolillo rojo del conjunto zaragocista es más que destacado. El Málaga, con 12 victorias en ese curso, sería el que más próximo estaría a la mala costumbre del Zaragoza de lograr el botín en muy pocas ocasiones en el último año natural.
El Mirandés, próximo rival zaragocista, es el que más puntos ha sumado entre las 36 jornadas finales del curso pasado y las seis del actual, con 73, 32 más que el Zaragoza, teniendo en cuenta que ahora lleva 7 puntos en las 6 citas disputadas en este curso. Y, en el trayecto en el que el Zaragoza solo ha sido capaz de ganar nueve citas, el equipo jabato ha logrado 22 triunfos, dos de ellos en esta campaña comenzada el 15 de agosto pasado.
Tras el Mirandés circularía el Almería (71), con 70 para el Racing de Santander, 63 para el Deportivo, líder con 14 puntos en lo que va de ese curso, con 62 puntos para el Huesca (21 más que el Zaragoza), 61 para el ahora colista Granada, 60 para el Cádiz, 59 para el Sporting de Gijón, 56 para el Eibar, 55 para el Córdoba, 54 para el Albacete y ya después llegarían el Castellón, el Málaga y el Burgos, todos por encima del Zaragoza.
Por supuesto, los tres que ascendieron, el Elche, con 70 puntos en las 36 citas finales del curso pasado, el Levante, con 68, y el Oviedo, que subió por la vía del playoff, con 67, también superan en números globales a este triste Zaragoza y con seis encuentros menos de plata para ellos.
Y es que el Zaragoza, que solo ha sumado cinco triunfos en este 2025, los cuatro con Gabi que cimentaron la salvación, ante Mirandés, Racing de Ferrol, Cartagena y Deportivo, además del conquistado por Ramírez en Málaga, está sumando una pésima estadística, que se ha agravado en la actual temporada, con tres puntos de 18 posibles y sin conocer el botín del triunfo en este inicio que le ha ubicado en la penúltima posición.
El reparto de los puntos
Sin embargo, en la Liga completa que marcarían los 42 últimos duelos de plata, el Zaragoza ocuparía el escalón más bajo. La caída tras ese buen arranque con Víctor fue imparable y el entrenador zaragozano solo sumó 13 puntos en 14 citas antes de dimitir y marcharse después de la remontada del Oviedo en La Romareda en un partido que acabó por agotar la paciencia de la afición y que provocó un terremoto en forma de huida de su entrenador más laureado.
David Navarro fue el entrenador interino en la despedida de 2024, con triunfo ante el Racing de Ferrol, y Miguel Ángel Ramírez el encargado de tomar las riendas después del parón navideño, algo que no se reflejó en una mejoría, puesto que el entrenador canario se marchó tres 10 jornadas y un pírrico balance de solo siete puntos para que con Gabi, entre los 11 choques de la temporada pasada (15 puntos) y los 6 de la actual (3) el Zaragoza haya sumado 18 puntos en total que completan los 41 que han dejado al equipo como el peor entre los que han disputado los últimos 42 encuentros ligueros en la categoría de plata. De largo además, algo que exige una enmienda inmediata.