Ángel Torres, presidente del Getafe, denunció anoche antes del duelo ante el Barcelona que la Real Federación Española de Fútbol le amenazó con la pérdida de puntos en caso de que se negase a ceder a su futbolista Adrián Liso a la convocatoria de España para el Mundial Sub 20. Aún cuando el torneo no es una fecha del calendario internacional de FIFA y dónde están obligados los clubes a ceder a sus jugadores. Pero este torneo no lo es.
Conviene explicar, sin embargo, que, según la normativa española, todos los deportistas españoles están obligados a acudir a la llamada del equipo nacional, entre ellos la selección de fútbol. Así lo recoge la Ley del Deporte y el propio Código Disciplinario de la RFEF donde recoge que, en caso de no acudir, pueden perder su licencia un mínimo de dos años: «Los futbolistas que de forma no justificada no asistan o abandonen las convocatorias de las Selecciones Nacionales, entendiéndose aquellas referidas a entrenamientos, concentraciones, o celebración efectiva de partidos o competiciones, serán sancionados con multa de 3.006 a 30.051 euros y con una o varias de las siguientes sanciones:
– Inhabilitación para ocupar cargos en la organización federativa, o suspensión o privación de licencia, por tiempo de dos a cinco años.
– Privación de licencia, con carácter definitivo; tal clase de sanción sólo podrá imponerse de modo excepcional por la reincidencia en infracciones muy graves» .
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Luego la sanción es para el jugador que, en cuanto resolvieran la RFEF en materia disciplinaria, no podría volver a vestir la camiseta del Getafe o cualquier otro club. ¿Por qué el presidente del Getafe habla de las amenazas de pérdida de puntos desde el estamento federativo? La explicación radica en que, mientras pudiera jugar porque la sanción no es efectiva, se expone a que su presencia fuera denunciada por otro club o la propia RFEF por alineación indebida dado que debería estar con la selección nacional en el Mundial. Y no lo está por la negativa del club. Y esto implica, según la normativa federativa, que el «club que alinee indebidamente a un/a futbolista por no reunir los requisitos reglamentarios para poder participar en un partido, se le dará éste por perdido, declarándose vencedor al oponente con el resultado de tres goles a cero, salvo que se hubiere obtenido un tanteo superior, si la competición fuere por puntos, en cuyo caso se mantendrá.»
Pero además añade una multa económica «de 6.001 a 9.000 euros cuando el equipo se encuentre adscrito a categoría profesional». Ahí se explican las consecuencias si el Getafe se negara ceder a su jugador, como cualquier otro club, al equipo nacional español. Sea la categoría que sea.