Mientras los pódcasts de extrema derecha y sus discursos ganan adeptos en las redes sociales, Donald Trump tiene en el punto de mira los programas de televisión y radio que están en contra de sus políticas. “¿Por qué los ‘podcasters’ son tan importantes en este momento? ¿Deberíamos creerles o deberíamos creer a la [radio nacional pública] NPR?”, se preguntaba la actriz Reese Witherspoon en una entrevista reciente con EL PERIÓDICO a raíz de la presentación de la cuarta temporada de la serie ‘The Morning Show‘. El pasado mes de mayo, Donald Trump ordenó a la Corporación para la Radiodifusión Pública (CPB) reducir al mínimo legal el presupuesto actual de NPR y la cadena de televisión PBS, a las que había acusado anteriormente de mantener un sesgo izquierdista.
Poco después, la presión de Trump contra los medios críticos con su figura vivió otro capítulo, esta vez protagonizado por Stephen Colbert, presentador de la cadena CBS, a quien ya había amenazado anteriormente por no estar de acuerdo con sus políticas. El canal de televisión anunció el pasado mes de julio que ‘The Late Show with Stephen Colbert’ terminará en 2026 después de que su presentador calificara de «gran soborno» el pago de 16 millones de dólares que Paramount, propietaria del canal, acordó con el presidente de Estads Unidos para evitar un proceso judicial.
El presentador y cómico Stephen Colbert durante la gala de los Emmy / MICHAEL TRAN / AFP
La cancelación de Kimmel
Ahora, la lucha en contra de los ‘late shows’ que se muestran críticos con su gobierno continúa con la cancelación del programa de Jimmy Kimmel. La cadena de televisión estadounidense ABC, propiedad del grupo Disney, ha anunciado este miércoles la retirada «indefinida» del ‘Jimmy Kimmel Live’, uno de los ‘late night’ más populares del país. La decisión llega tras la polémica generada por los comentarios del presentador sobre el expresidente Donald Trump y el asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk.
Durante su monólogo el pasado lunes, el cómico acusó al movimiento MAGA (siglas del eslogan «Make America Great Again» -«Haz a América grande otra vez»- popularizado por Trump) de tratar de obtener rédito político al asesinato de Kirk. «El fin de semana tocamos fondo. La pandilla MAGA está intentando desesperadamente de tildar a este chico (Tyler Robinson) que asesinó a Charlie Kirk como algo distinto a uno de ellos y haciendo todo lo posible para sacarle rédito político», declaró Kimmel.
A continuación, el dos veces presentador de los premios Oscar ironizó con el duelo de Trump por la muerte de Kirk. «Así es como un niño de cuatro años hace luto por su pez«, dijo, mientras enseñaba vídeos del presidente hablando de la nueva sala de baile y fiestas de la Casa Blanca.
Comentarios «ofensivos»
La controversia creció rápidamente. Nexstar Media Group, una de las mayores propietarias de cadenas de televisión en el país, anunció que retiraría el programa de su parrilla. «Nexstar se opone firmemente a los recientes comentarios de Kimmel sobre el asesinato de Charlie Kirk», explicaron en un comunicado. «Los comentarios de Kimmel sobre la muerte de Kirk son ofensivos e insensibles en un momento crítico de nuestro discurso político nacional, y no creemos que reflejen el espectro de opiniones, puntos de vista o valores», declaró el presidente de radiodifusión de Nexstar, Andrew Alford.

El plató donde se graba el programa de Jimmy Kimmel / VALERIE MACON / AFP
A estas críticas se sumó Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), quien calificó las declaraciones de “inaceptables” y llegó a sugerir que la continuidad de ABC podría estar en riesgo. “Puede ser por las buenas o por las malas. O estas compañías buscan la manera de cambiar la conducta, de actuar francamente respecto a Kimmel, o la FCC tendrá trabajo adicional por delante». «Ellos tienen una licencia garantizada por la FCC, y eso viene con una obligación de operar en el interés público», dijo Carr.
El presidente de Estados Unidos ha celebrado la decisión: «Felicitaciones a ABC por finalmente tener el coraje de hacer lo que se debía hacer». «Kimmel no tiene talento y tiene peores índices de audiencia que incluso (Stephen) Colbert, si es que eso es posible», ha afirmado, en alusión al presentador del ‘Late Show’.
Fallon y Meyers, en el punto de mira
Trump también ha animado en mensajes desde sus redes sociales a la NBC a retirar los programas de Jimmy Fallon y Seth Meyers, que presentan otros dos conocidos ‘late shows’ y se han mostrado críticos con la administración de Estados Unidos en más de una ocasión.
En un episodio reciente de su programa, Meyers bromeó diciendo que la postura condicional de Trump sobre sancionar a Rusia era como decir: «Yo lo hago primero si tú lo haces primero». También ridiculizó su forma de escribir, comparándolo con un correo electrónico fraudulento: «¿Por qué el presidente de Estados Unidos escribe con la gramática y la sintaxis tan irregulares como un estafador que te envía una oferta de trabajo falsa?».

El presentador y cómico Jimmy Fallon / PAUL BUCK / EFE
Por su parte, Fallon se burló esta semana de la visita de Trump al Reino Unido y la conexión del presidente con el rey Carlos III: «Con los años, Trump y Carlos han estrechado lazos porque ambos saben lo que es heredar todo lo que tienen. Además, también saben lo que es pasar todo el día en el trono«. También aseguró que al republicano le gusta Inglaterra porque «cuando sostiene un pequeño sándwich de té, sus manos parecen de tamaño normal«.
Demandas a otros medios
Esta misma semana, Trump ha demandado al ‘The New York Times‘, acusándolo de ser «un auténtico portavoz del Partido Demócrata de izquierda radical» , y le ha exigido una compensación de 15.000 millones de dólares. En la demanda también incluye a cuatro periodistas del periódico, a quienes acusa de publicar información falsa con la intención de perjudicarlo políticamente.
El presidente de Estados Unidos también demandó el pasado mes de julio al ‘The Wall Street Journal‘, exigiendo 10.000 millones a Dow Jones, empresa matriz del diario, por publicar una carta que presuntamente le envió a Jeffrey Epstein en 2003. El artículo mostraba una felicitación de cumpleaños con el nombre de Trump y un dibujo obsceno publicados por el Congreso la semana pasada.
Pocos medios de comunicación estadounidenses se han librado de la presión contras las voces críticas ejercida desde el Despacho Oval. ‘The Washington Post‘ y ‘CBS‘ recibieron demandas por un supuesto apoyo a Kamala Harris, lo que calificó como «contribuciones en especie ilegales» durante la campaña previa a las elecciones presidenciales.
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