Estados Unidos atacó este lunes una segunda embarcación en el mar Caribe que transportaba presuntamente a tres narcotraficantes venezolanos. Fallecieron tres personas. La acción fue llevada a cabo por el Comando Sur del Ejército norteamericano, 13 días después del primer ataque contra una lancha de supuestas característica similares. Entre ambos episodios, Venezuela denunció que el pasado viernes fue abordado de manera ilegal por marines un buque pesquero en sus aguas territoriales.
El presidente Donald Trump dijo que los «narcoterroristas» fueron «identificados con seguridad» y eran «extraordinariamente violentos«. El «ataque», como lo definió el magnate republicano, se efectuó cuando se encontraban «en aguas internacionales» y transportaban «narcóticos ilegales» que «envenenan» a los estadounidenses. Esos grupos son una amenaza para «la seguridad nacional, la política exterior y los intereses vitales» de su país. «Los estamos cazando», celebró el presidente. El anuncio de la segunda acción militar se conoce en momentos que dentro y fuera de Estados Unidos crecen las críticas a un procedimiento ajeno a la legislación internacional.
Horas atrás, Trump fue más audaz al sugerir que la puerta de una acción militar se ha abierto en medio de las tensiones bilaterales. «Veremos qué pasa», dijo a la prensa que lo abordó en Washington sobre una posible operación para desalojar a Nicolás Maduro del Palacio de Miraflores. «Venezuela nos está enviando a sus pandilleros, a sus narcotraficantes y drogas; no es aceptable».
Reacción en Caracas
En Caracas, Maduro anunció este mismo lunes la incautación de una lancha con 3.600 kg de cocaína y subrayó que se aplicó la fuerza proporcional que exige la justicia. Los responsables del delito fueron capturados y el cargamento destruido. El Gobierno pareció responder a las propias palabras de Trump porque señaló que «hay leyes para la interdicción de delincuentes en el mar y de delincuentes en el aire», y esa normativa «funciona». También pidió una «investigación al máximo nivel» sobre el primero de los ataques «porque el video es un video de carácter militar». Sin embargo, sus palabras no podían dejar de ser interpretadas como un comentario al episodio informado este lunes por Trump.
El ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, llamó por su parte a abordar el problema del narcotráfico a partir del diálogo, la cooperación y el respeto a la soberanía nacional. «¿Es necesario iniciar una guerra contra sus vecinos latinoamericanos y caribeños basada en falsas narrativas?».
La sucesión de incidentes han encendido las alarmas en la región. Maduro dijo también este lunes que las comunicaciones con Washington «se han degradado, están deshechas, pero no por responsabilidad nuestra». Los venezolanos, añadió, «somos gente de palabra, de diálogo y de paz, pero no funcionamos con guerras psicológicas, chantajes ni amenazas». Lamentó la velocidad con la que se deterioran los vínculos. «Nunca con esta Administración hay algo para bien, no solo para Venezuela, sino para el mundo entero», dijo a la prensa internacional en el Palacio de Miraflores. «Díganme ustedes, en el mapa mundi, un país que pueda confiar en la palabra de esta administración. No existe». Maduro criticó al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, por no opinar sobre la escalada. «Su silencio criminal es cómplice de este secuestro, y su inacción está llevando al declive de las Naciones Unidas».