El desbloqueo del acuerdo para la financiación singular de Cataluña sigue atragantándosele al Gobierno y ERC. Las diferencias persisten entre los equipos negociadores y en Hacienda califican de “inasumible” la propuesta de ley lanzada de forma unilateral por los republicanos en el Congreso, ante la falta de avances. Fuentes del departamento que dirige la vicepresidenta primera María Jesús Montero cuestionan tanto la pretensión de una “cesión integral” del IRPF, como la arquitectura de reformas para hacerlo viable al “tocar tres leyes”. Normas clave sobre financiación autonómica como son la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas), la que regula la financiación de las comunidades de régimen común y la de cesión de tributos a Cataluña.
Moncloa se ve obligada a equilibrar los mensajes y sus posiciones para intentar cuadrar el círculo de cumplir con los de Oriol Junqueras sin provocar una rebelión interna de los líderes territoriales del PSOE, entre quienes el discurso del “agravio” es transversal más allá del siempre crítico Emiliano García-Page con cualquier acuerdo con los independentistas. Además, la financiación singular es un asunto sensible para el cartel electoral de María Jesús Montero a la Junta de Andalucía. La vicepresidenta primera ya evitó la foto en la comisión bilateral celebrada el pasado mes de julio en Barcelona para acordar las bases del nuevo modelo de financiación. Al titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, lo acompañó en su lugar el secretario de Hacienda, Jesús Gascón.
En Hacienda trabajan en una alternativa extensible a todas las comunidades autónomas y aseguran que siguen dialogando con su contraparte para intentar encajar un acuerdo. Es por ello que en Moncloa consideren demasiado prematuro llevar una propuesta de reforma al Consejo de Ministros del próximo martes. Otras fuentes del Ejecutivo apuntan a que previamente deberá producirse “algún tipo de interacción con todas las comunidades”, como reclaman los propios presidentes autonómicos del PSOE.
En el departamento de Montero avanzan que se convocará “pronto” el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), aunque apuntan a la prioridad de abordar los objetivos de déficit para presentar la senda de estabilidad. El primer paso para articular el proyecto de Presupuestos.
Fuentes parlamentarias de ERC dan cuenta de las resistencias en el Gobierno, pero se muestran convencidos de que le acabarán torciendo el brazo. “No es la primera vez que dicen que algo es imposible. Todo es imposible hasta que deja de serlo”, apuntan con sorna las mismas fuentes. Su principal arma de presión es que no se sentarán a negociar los Presupuestos sin antes avanzar en esta carpeta.
“No llegar tarde”
Durante la primera sesión de control al Gobierno tras el arranque del curso político, Pedro Sánchez ya trató de lanzar un guiño a sus socios al asegurar que la vicepresidenta primera va a «poner encima de la mesa un sistema de financiación autonómica». Con el mantra de incrementar recursos y desplegar una visión del modelo de corte “federal”, apostilló posteriormente la titular de Hacienda. Una respuesta a la advertencia lanzada por el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, de “no llegar tarde”. Montero, por su parte, se faja en negar el discurso del agravio territorial con Cataluña azuzado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. “Cuando se presente el modelo de financiación, se verá que es mentira”, replicaba el pasado viernes desde Cádiz antes de participar en una visita institucional.
De lo que rehúyen desde el Gobierno, tanto en público como en privado, es de cualquier referencia al principio de ordinalidad, pese a darlo por garantizado en Generalitat. En el Ejecutivo ponen el foco en algunos de los principios del acuerdo sellado el pasado mes de julio como es el caso de la “suficiencia financiera”, para que sean todas las comunidades autónomas las reciban más recursos, o el equilibrio entre compaginar el marco bilateral con el multilateral.
Se intenta seguir así el criticado modelo del ‘café para todos’, replicando el utilizado con la condonación parcial de la deuda también pactada con ERC. Esto es, buscar de forma bilateral con cada comunidad autonómica su generalización en función de las singularidades de cada territorio y de que quieran acogerse.
Tensión en el PSOE
Un mecanismo que representa a la vez un guiño dirigido a otros socios de investidura con los que deberá sacarse adelante las reformas legales necesarias, como BNG o Compromís. Todo ello desde la persistencia de que se regirá sobre la piedra angular de la “solidaridad”. De hecho, uno de los principales elementos del modelo de financiación autonómico aprobado por los socialistas en su último congreso se sustentó en “compatibilizar solidaridad a igual esfuerzo tributario con el reconocimiento de las singulares”.
Unos principios que, sin embargo, no acaban de tranquilizar a la mayoría de líderes territoriales del PSOE. Además de García-Page, en el gobierno de Adrián Barbón mantienen su rechazo a una financiación “singular” o cualquier acuerdo que pueda perjudicar al Principado de Asturias, en línea con el temor de otros barones como el extremeño Miguel Ángel Gallardo, para quien están en riesgo el “principio de igualdad”.
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