Una vez más, Samantha Vallejo-Nágera se posiciona en el blanco de las críticas tras unas polémicas declaraciones sobre la situación actual del sector de la hostelería y, en concreto, sobre la profesión de camarero.

En una entrevista con el periódico El Mundo, la jurado del programa ‘MasterChef’ se ha pronunciado en estos términos: “Hay una burbuja seria, unida a un problema de personal intenso. En este sentido, creo que hay pasión, pero pocas ganas de trabajar”, ha sentenciado. Unas palabras que tocan de lleno a este sector de trabajo que, por norma generalizada, es precario.

“La gastronomía no son ocho horas al día, trabajar en un restaurante supone involucrarte en un proyecto, dejarte la piel, ser responsable y hacer el trabajo parte de su vida. No es fichar, irme y ya. […] Creo que a la gente que le gusta la hostelería y trabaja en ella tiene que disfrutar y no contar las horas. No quiero decir que haya que trabajar más de las horas necesarias, pero sí hay que responsabilizarse, ver más allá, y eso hoy en día falta”, ha reivindicado.

Ante tales palabras, redes sociales como X -antes conocida como Twitter- se han llenado de comentarios en clave negativa dirigidos a la chef. “Hay ganas de tener trabajadores, pero pocas de pagarles un sueldo digno”, ha replicado uno de ellos.

“Es aplicable sólo si es tu negocio”; “Y por tal esfuerzo ser pagada, con el amor al arte no se come” o “Quieren buenos camareros, que trabajen doce horas, con contratos de media jornada y ya, si eso, pagan el salario mínimo interprofesional” son otros de los comentarios que han podido leerse en las últimas horas al respecto.

 

Otras de las palabras que más han resaltado de la entrevista concedida al medio citado en líneas anteriores son por las que ha pronunciado al ser preguntada por si ella cocina en su casa: “¿Cómo voy a cocinar yo en mi casa? Sería Superwoman. Tengo una persona que me ayuda, le digo lo que quiero de comer, hago yo la compra, pero no cocino”, ha aclarado.

Más polémicas mediáticas

A principios de este año, durante la emisión de un programa especial de ‘MasterChef’ con motivo navideño, Samantha Vallejo-Nágera tuvo un lamentable comentario con tintes homófobos dirigido al presentador Boris Izaguirre.

En el programa en cuestión, se contó con la presencial de 70 jugadores de la Selección Española de Fútbol para la tradicional prueba de exteriores y, durante la explicación que realiza el jurado sobre la misma, la chef preguntó si a Flo le gustaba este deporte, momento en el que Izaguirre saltó para decir que a él sí y justificar a la par su respuesta. Como réplica, recibió un detestable comentario por parte de Vallejo-Nágera: «Pero yo le quería preguntar una cosa a Boris. Es que a mí lo de que te guste el fútbol me extraña un montón. ¿Qué te gusta, el fútbol o los futbolistas?«, le preguntó. La chef reiteró su atracción por este asunto y pasó a preguntarle cuál era su jugador favorito. «¿Uno? ¿Por qué uno solo, si hay muchísimos? Me gusta mucho Osorio, que está en el Real Madrid”, intentó insistir.

En redes sociales, una vez más, se trasladó el debate y las críticas; estas últimas, en la dirección en la que se evidencia la perpetuación del estigma por la que se cree que a una persona LGTBI no le puede gustar un deporte como el fútbol: «Claro, Samantha, porque como Boris es homosexual, no le puede gustar el fútbol, sólo los futbolistas», reprochó un usuario por aquel entonces.

Sumado a este, hace prácticamente un año atrás, la chef también protagonizó otra polémica, esta vez, más enfocada a su vida familiar. Vallejo-Nágera se grabó regañando a su hijo Roscón con una dureza desmesurada porque le pilló viendo la televisión “a escondidas”: “Es muy dramático, no os asustéis. Siempre encuentra una buena excusa para esquivar una bronca”, explicó, humillando públicamente así a su propio hijo en redes sociales encubriendo esta actitud a modo de lección.

Debido a la gran oleada de críticas, la presentadora de ‘MasterChef’ se disculpó a posteriori: «No saquemos las cosas de quicio. Saco muchísimas cosas buenas y divertidas de él y también de vez en cuando los pollos que monta por tonterías. Además de ayudar a muchas familias a afrontar la educación de sus hijos con síndrome de Down (que os aseguro que se ven muy reflejadas en el día a día de él), también creo que no pasa nada con poner límites y educar a mis hijos. Gracias», concluyó.