Tres niñas de Lena, dos de Bendueños y una de Llanos de Somerón, no empezarán a clase este martes como harán el resto de sus compañeros e incluso sus hermanos pequeños. Y no lo harán porque no tienen transporte escolar para acudir al instituto Santa Cristina de Lena.
Pablo Sánchez, padre de una de las menores, que empieza tercero de la ESO, explica que «una semana antes del inicio de las clases el centro escolar nos comunica que no tenemos transporte y que tendremos que llevar y recoger a las alumnas». Ellos no pueden hacerlo porque trabajan, al margen de que hasta este año sí hubo transporte escolar para esas niñas, un derecho. «Tras una vorágine de llamadas y correos electrónicos, nos llega la información de las circunstancias de la caída de la ruta y el baile de pelota entre los distintos entes y administraciones. Nos dan explicaciones, pero no soluciones», dice. En el instituto y en el Ayuntamiento de Lena les dicen que tienen que hablar con el Principado y en la Consejería de Educación les explican que es cuestión del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA), que es quien tiene las competencias del transporte escolar. En el Consorcio la explicación es que la ruta para llevar a sus hijas a clase ha salido a licitación en dos ocasiones pero que no se ha presentado nadie al concurso. Las familias le preguntaron al taxista que hacía la ruta el año pasado «y nos respondió que le dijésemos al Consorcio que le pagasen más».
Incremento del 45 por ciento en el precio
«En el CTA nos dicen que ya han incrementado el precio un 45 por ciento respecto al año anterior y que no van a volver a licitar ni incrementar la cuantía, más de doce mil euros por unas 350 horas de trabajo», detalla el padre de una de las niñas afectadas.
Vueltas y mal vueltas para no lograr una solución aunque sí el respaldo de muchas de las partes implicadas, por desgracia las que no tienen la potestad de arreglar el problema. Han llegado hasta el punto de encontrar a taxistas que estarían dispuestos a hacer la ruta y que en su momento no se enteraron de la licitación del CTA
Pablo Sánchez lamenta que las niñas no puedan acudir el martes a clase. «No lo entienden», dice, y añade que «tampoco lo entienden los docentes, el resto de la comunidad educativa no, las madres y padres de alumnos y nosotros tampoco lo entendemos». Por eso «exigimos el derecho de nuestras hijas al transporte escolar».
El padre lanza una pregunta al Princiapdo: «¿Es este el enfoque integrado y territorializado de la reciente Ley de Impulso Demográfico? ¿Es esta la adaptación de las políticas demográficas a las necesidades específicas de cada área? Si creemos que el freno a este problema que ha supuesto el saldo poblacional positivo 2024, a rebufo del efecto de refugio climático y la subida del precio de la vivienda por efecto de segundas residencias y disparatados precios de las ciudades, no hemos aprendido nada. Es difícil fijar población sin trabajo pero sin servicios, sin escuelas, es definitivamente inviable para las familias», concluye.
Suscríbete para seguir leyendo