Alcaraz se cuela en la final del US Open tras imponerse a Djokovic y mantiene vivas sus aspiraciones de ser número uno

Carlos Alcaraz se ha clasificado para la final del US Open 2025 después de imponerse al serbio Novak Djokovic en tres sets (6-4, 7-6 y 6-2).

El partido estuvo muy disputado en las dos primeras mangas, pero el físico y la fe se le agotaron al serbio en el tercer parcial, donde apenas compitió. El murciano sigue sin ceder un solo set en todo el torneo y tiene el número 1 del ranking ATP a una victoria.

En la final del domingo, el rival del murciano será el ganador del Sinner-Aliassime que se disputa esta madrugada en el Arthur Ashe Stadium de Nueva York.

El partido empezó con el mismo guion seguido por Alcaraz en su duelo de cuartos ante el checo Jiri Lehecka: con break en el primer juego para ponerlo todo de cara.

Alcaraz puso el 2-0 desde el saque y Djokovic se mostraba nervioso, errático, a otro ritmo. Sufrió mucho para sumar su primer juego, pero una vez puso el 2-1 tras un peligroso 40-40, se sacudió los nervios y empezó a entrar en dinámica.

Djokovic estuvo a punto de romper a su rival y empatar el partido, pero Alcaraz se salvó desde el saque. El ritmo del partido era elevadísimo, una gran prueba para el físico de un tenista de 38 años frente a otro de 22.

Todo el estadio se levantó para aplaudir un passing de revés de Djokovic, marca de la casa, que dejó boquiabierto hasta al propio Alcaraz.

Los dos tenistas crecían poco a poco en el partido y el ambiente era propio de las grandes noches. Élite máxima en cada punto, un nivel muy superior al de los compromisos previos de ambos tenistas en el torneo.

Novak Djokovic, durante su duelo de semifinales frente a Carlos Alcaraz.


Novak Djokovic, durante su duelo de semifinales frente a Carlos Alcaraz.

Reuters

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Alcaraz solo perdió un punto desde el servicio en todo el partido, pero en esta primera manga le costó conectar los primeros saques y eso le dio opciones a Nole.

Con 4-3, el miedo a un break era lógico, pero Alcaraz se entonó para ponerse a un juego de llevarse la primera manga. El botín conquistado en el primer juego del partido acabó pesando en el 6-4 final y las sensaciones de cara al segundo set eran muy positivas.

Segundo set

Vender la piel del oso antes de cazarlo suele ser una mala idea, pero si el rival es Novak Djokovic, todavía peor.

El serbio hizo gala de su carácter de hierro y salió lanzado en el segundo set. En cosa de diez minutos, ya marchaba 3-0 arriba tras romper el servicio de Alcaraz por primera vez.

Acostumbrado a pasearse durante todo el torneo, al murciano se le abría un nuevo escenario en el que tenía que lidiar con las dudas, los nervios y un rival desafiante.

Alcaraz, durante su duelo de semifinales contra Novak Djokovic.


Alcaraz, durante su duelo de semifinales contra Novak Djokovic.

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Hace un tiempo, el murciano podría haber entrado en crisis, pero durante todo el año ha demostrado que está en el mejor momento mental de su carrera.

Sobrio ante la dificultad, Alcaraz encadenó tres juegos consecutivos para igualar el set y robarle la ventaja a su rival. El partido había entrado en una nueva dimensión con casi una hora y media de duración, poco menos de lo que algunos rivales le han durado al español en Flushing Meadows.

El set entraba en su momento decisivo y ninguno de los dos tenistas se rendían. Alcaraz tuvo la oportunidad de romper a su rival para ponerse 5-4, pero con toda la pista de cara, intentó una dejada más estética que efectiva cuando lo más sensato era asegurar.

El fisio atiende a Djokovic, con molestias en el hombro.


El fisio atiende a Djokovic, con molestias en el hombro.

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El error no forzado dio alas a Djokovic, que no volvió a fallar hasta ponerse 5-6. Alcaraz tenía en su mano alargar el segundo parcial y llevarlo al desempate ante todo un experto en tie-breaks como Djokovic.

El desenlace podía dibujar dos horizontes muy diferentes: o Alcaraz se ponía dos sets arriba, o el partido quedaba empatado con otras tres mangas por delante y casi dos horas de cansancio acumulado en las piernas.

En el tie-break, Djokovic se vio corto de físico después del esfuerzo realizado y comenzó muy errático. Alcaraz llegó a ponerse 4-1, pero la mentalidad de hierro del serbio le valió para poner el 4-3 a base de pundonor.

Devolvía pelotas imposibles para un tenista de su edad, pero el español logró rehacerse para poner el 6-4 arriba, con una bola de set que valía oro. En el intercambio, la pelota de Djokovic se marchó larga y Alcaraz levantaba el puño: seguía sin perder un solo set en todo el US Open.

Tercer set

La derrota en el tie-break fue un mazazo anímico para Djokovic, que apenas presentó oposición en el tercer set. Cansado física y mentalmente después del esfuerzo realizado en vano, el serbio se dejó ir ante un rival en un estado de forma excepcional y 16 años más joven.

En el breve descanso entre el segundo y el tercer parcial, Djokovic llamó al fisio por sus problemas en el hombro y las cervicales. Se le notaba muy fatigado y cometía errores impropios de su nivel.

En su carrera, Djokovic ha logrado remontar hasta 8 partidos en los que iba perdiendo por dos sets. Una quimera para los mortales, pero algo muy posible para él.

Si los dos primeros parciales estuvieron muy disputados, pero el tercero se acabó resolviendo por la vía rápida. Hoy no era el día para la épica, porque Djokovic ya no es el mismo, pero también porque Alcaraz, como su amigo Sinner, parecen indestructibles en estos momentos.

Alcaraz pronto se vio 4-1 arriba. Lo peor ya había pasado. Djokovic salvó la honra para poner el 4-2, pero cedió su siguiente servicio y el murciano puso el 6-2 para plantarse en la final presumiendo de no haber perdido ningún set hasta la fecha.

Si el canadiense Aliassime no lo impide, Sinner y Alcaraz disputarán su tercera final de Grand Slam consecutiva después de la histórica remontada del español en Roland Garros y de la revancha del italiano en Wimbledon.

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