Blanca Lacasa (Madrid, 1972) es, esta semana, la invitada de Inés Martín Rodrigo y Álex Sàlmon en ‘Libros y Cosas‘, el videopodcast de ‘ABRIL’, el suplemento literario del grupo Prensa Ibérica. La escritora y periodista acude al estudio de Madrid para charlar sobre su último libro, ‘El accidente‘, la ‘nouvelle’ que llegó a las librerías en mayo inaugurando una nueva línea de ficción, de narrativa corta, en la editorial Libros del Asteroide.
El deseo contenido, aunque desparramado, entre ella, heterosexual, y él, gay, ambos con pareja, le sirve a Lacasa, que venía de ‘Las hijas horribles’ (Libros del K.O.), ese ensayo luminoso sobre la oscuridad de los vínculos entre madres e hijas, para cuestionar, con un ritmo trepidante, de informe policial, casi, el etiquetado de las relaciones, su estandarización, que sólo conduce a la vulgarización del amor, y a su pérdida.
“Hay muchos temas y hay mucho objeto de debate” en el libro, reflexiona la autora al comienzo de la conversación, incidiendo en que “al final se está hablando de todo lo que conlleva un enamoramiento. Creo que, en general, el amor nos interesa mucho siempre y en este caso, que hay muchos obstáculos en la historia, todos estos temas los reflota, afloran más a la superficie”.
Blanca Lacasa, en el podcast ‘Libros y Cosas’.
A juicio de Martín Rodrigo, una de las cosas más interesantes que plantea la novela es que los protagonistas no se detienen, deciden explorar lo que les está sucediendo, y la autora les deja que avancen. “Nos ha pasado a todos, cuando hemos tenido historias que no estaban del todo delimitadas, estamos todo el rato revisando mensajes, y eso siempre me ha recordado mucho a una especie de labor detectivesca, intentas echar luz sobre acontecimientos que no estamos entendiendo”, analiza Lacasa.
Durante la charla, el deseo y la atracción se convierten en temas centrales, igual que en el libro, llegando la escritora a asegurar: “Creo realmente que no sentir atracción por muchas o pocas personas, unas cuantas, me parece que es casi imposible. Yo concibo la amistad como una suerte de enamoramiento, y es lo mismo: de repente, hay una persona que te atrae mucho y quieres ser su amiga porque te gusta, te gusta estar con ella, compartir tiempo con esa persona, te interesa, te fascina”.