La gimnasta de origen ruso pero afincada en Guardamar del Segura, Polina Berezina deja la selección española de gimnasia rítmica. En una emotiva y sincera carta de despedida, ha anunciado este jueves 4 de septiembre su adiós al tapiz con el equipo español tras una exitosa y larga trayectoria. Desde 2013 la alicantina de adopción ha formado parte del equipo español de gimnasia rítmica con el que cumplió su sueño de participar en unos Juegos Olímpicos en París 2024 para los que se clasificaba en el Mundial de València. Fue su última gran actuación con España. “Cumplí mi mayor sueño: estar en unos Juegos Olímpicos. Detrás de esa plaza conseguida en el Mundial de València hay miles de horas de entrenamientos, días de dolor, lágrimas y noches de incertidumbre. Hoy me despido agradecida y orgullosa de haber demostrado que los sueños, incluso los más imposibles, están para cumplirse”, afirmó la gimnasta que también ha colgado en su cuenta de instagram un vídeo donde hace un repaso de su trayectoria.
Polina Berezina pone fin a una etapa / Germán Caballero
Una decisión muy meditada
La decisión de Polina Berezina llega después de una larga reflexión: “Estos meses no han sido fáciles. Mi cuerpo quería seguir, pero mi mente necesitaba parar. Entendí que este era el momento de cerrar esta etapa”.
Polina Berezina, que desde hace varios años ha formado parte del Proyecto FER, también ha querido reconocer el papel fundamental de su familia, amigas y prometido, cuyo apoyo ha sido clave en cada paso de su trayectoria. Polina también se acordó de sus compañeras, entrenadoras y la afición española, a quienes agradece el apoyo incondicional recibido en cada competición. Aunque todavía no sabe si este es un adiós definitivo a la alta competición, la gimnasta asegura estar ilusionada con nuevos proyectos personales y profesionales, siempre con la valentía de priorizarse: “Hoy estoy sanando, recuperando la ilusión y mirando al futuro con esperanza”.

Una emotiva despedida / Germán Caballero
12 años como parte del equipo nacional (2013–2025)
• Participación en 7 Mundiales
• Participación en 7 Europeos
• 9 títulos de Campeona de España
• Top 8 de Europa y del Mundo
• Bronce por equipos Mundial 2022
• Participación en los Juegos Olímpicos de París 2024
• Olímpica en París 2024
Una vida dedicada a la gimnasia
Con esta despedida, Polina cierra un capítulo inolvidable en la historia de la gimnasia española, llevando consigo la fuerza de aquella niña que soñaba con volar con un aparato en sus manos. Polina Berezina Ksenofontova (Moscú, Rusia; 5 de diciembre de 1997), se trasladó con su familia a Guardamar del Segura donde se afincó desde 2001. Allí descubrió la gimnasia y pasó a formar parte del Club de Gimnasia Torrevieja. Desde entonces inició una brillante trayectoria conquistando numerosas medallas nacionales e internacionales en todas las categorías hasta convertirse en una pieza básica en el conjunto español absoluto donde destacó especialmente en la modalidad individual.
La carta íntegra de Polina Berezina:
Toda historia tiene un principio y un final. Y la mia con el equipo nacional termina hoy después de 12 años.
Aún recuerdo la ilusión de aquella primera competición representando a España en 2013 y todo lo que mi yo de niña soñaba con conseguir. Hoy, me despido habiendo cumplido mi mayor sueño: estar en unos Juegos Olímpicos.
Sí, ese escenario reservado solo para las mejores, y al que muchos pensaban que no sería capaz de llegar.
Pero con esfuerzo, trabajo y mucho sacrificio, luché contra todas esas voces que decían que no lo conseguiría. Después de cada caída, cada golpe y cada cambio… seguí creyendo en mí y repitiéndome: “voy a ser olímpica”.
Detrás de esa plaza conseguida en el Mundial de Valencia, la mejor competición de mi vida, hay miles de horas de entrenamientos, días de dolor, lágrimas y noches de incertidumbre. Años de aprender a esperar, a tener paciencia y sobre todo a confiar en el proceso.
Todo ese esfuerzo dejó cicatrices. Después de París sentí que debía parar, respirar y reencontrarme conmigo misma. Estos últimos meses no han sido fáciles: mi cuerpo quería seguir, pero mi mente no podía más. Quise volver a empezar desde cero, en un lugar distinto, pero esa oportunidad no llegó. Y entendí que este era el momento… el momento de cerrar esta etapa.
Hoy, al mirar hacia atrás, me quedo con todo lo bonito que vivido: los momentos únicos con mis compañeras, mis entrenadoras y la afición española, que allá donde iba, siempre me hacía sentir como en casa.
Agradecida a mi familia, mis amigos y a mi prometido, por estar siempre. Estoy feliz por todo lo que he conseguido y orgullosa de haber demostrado que los sueños, incluso los más imposibles, están para cumplirse.
Aún no se, si este es un adiós definitivo, pero lo que sí sé, es que estoy sanando, que poco a poco las heridas dejan de doler, y que estoy recuperando la ilusión con nuevos proyectos que me emocionan.
Por primera vez en mucho tiempo, estoy siendo valiente en priorizarme. Y aunque mi camino con el equipo nacional termine aquí, siempre llevaré conmigo a esa niña que soñaba con volar con un aparato en sus manos… porque ella es, y será siempre, mi mayor fuerza.