La Guardia Civil ha iniciado diligencias contra dos mujeres por un presunto delito de hurto ocurrido el pasado 18 de agosto en el Aeropuerto de Fuerteventura. El caso, gestionado por la Sección Fiscal y de Fronteras del aeropuerto, se centra en el robo de perfumes de alta gama, valorados en 1.850 euros, desde una tienda ubicada en una zona restringida del recinto aeroportuario.
La investigación comenzó tras la denuncia presentada por la empresa afectada, cuya identidad no ha sido revelada públicamente. Gracias al sistema de videovigilancia, los responsables del establecimiento pudieron aportar imágenes nítidas que permitieron a los agentes identificar los movimientos de las dos sospechosas.
Las presuntas autoras aprovecharon su condición de pasajeras para acceder legalmente a la zona restringida del aeropuerto, utilizando tarjetas de embarque válidas. A pesar de contar con solo unos minutos antes del despegue de su vuelo con destino Tenerife Norte, actuaron con notable rapidez y eficacia. Esta circunstancia sugiere que el delito fue planificado con antelación y ejecutado con conocimiento del entorno aeroportuario.
El modus operandi consistía en dirigirse directamente a los comercios que venden productos de lujo. Allí, sin levantar sospechas y aprovechando el flujo constante de pasajeros, lograban sustraer los artículos seleccionados. Las grabaciones muestran cómo actuaban con seguridad, ocultando los productos de marcas reconocidas sin ser detectadas por el personal o por otros viajeros.
Coordinación entre cuerpos y aeropuertos
Una vez obtenidas las imágenes, los agentes de la Agencia Tributaria, bajo la dirección funcional del Administrador de Aduanas e Impuestos Especiales, iniciaron un análisis detallado de las grabaciones y cruzaron esta información con los registros de control de accesos. Esto permitió identificar con claridad a las dos mujeres implicadas.
Dado que ambas residían en Tenerife, la UDAIFF (Unidad de Análisis de Riesgo Fiscal y Fronteras) del Aeropuerto de Tenerife Sur asumió la continuidad de la investigación, al ser la unidad más cercana a sus domicilios. Las diligencias han sido ya remitidas a la Autoridad Judicial competente.
Este caso ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de ciertos espacios comerciales dentro de los aeropuertos, especialmente aquellos ubicados tras los controles de seguridad. Aunque estos entornos suelen ser percibidos como seguros, el hecho de que los hurtos se hayan cometido sin alertar al personal ni activar protocolos de detección demuestra que los mecanismos actuales pueden ser burlados con relativa facilidad.
La Guardia Civil, en colaboración con las autoridades aduaneras, mantiene operativos de vigilancia y control fiscal en todos los aeropuertos canarios, especialmente en los puntos de entrada y salida de mercancías y pasajeros. No obstante, este caso sugiere la necesidad de revisar algunos procedimientos internos para reforzar la prevención de delitos menores dentro de espacios aparentemente protegidos.