Lamentar que todo va mal

El humo y las cenizas de los incendios que han arrasado este verano centenares de miles de hectáreas en el oeste peninsular han agravado, si cabe, esa sensación que se respira en España de que todo va mal. Es arriesgado decir que se trata de una falsa percepción de la realidad, pero lo es. No cabe duda de que existen problemas graves, como la dificultad de tantas personas, muchas de ellas con trabajo estable, para acceder a una vivienda asequible, o la misma precariedad salarial, que persiste pese a que hay empresas con excelentes resultados económicos.

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