Halloween, cuyo nombre proviene de la expresión «All Hallows’ Eve» o «Víspera de Todos los Santos», tiene sus raíces en diversas tradiciones antiguas.
Se originó con la festividad celta de Samhain, que marcaba el fin del verano y el comienzo del invierno, un momento en el que se creía
que los espíritus de los difuntos regresaban a la Tierra. Con la cristianización de Europa, esta festividad se adaptó y se convirtió en una víspera de celebración
de Todos los Santos, el 1 de noviembre.
Halloween existe como una mezcla de tradiciones culturales y religiosas que se han fusionado con el tiempo,
creando una festividad que combina elementos de misterio, diversión y la oportunidad de expresarse a través de disfraces y decoraciones temáticas.