«La postura fiscal de Francia es insostenible»: Macron afronta la alta probabilidad de fracaso de Bayrou

Existe una alta probabilidad de que el primer ministro francés, François Bayrou, fracase en el voto de confianza al que someterá su plan de ahorro el próximo 8 septiembre. Si pierde, la pelota recaerá en el presidente del país, Emmanuel Macron, al que se le presentan varios escenarios. Lo que tienen claro los analistas es que «la postura fiscal de Francia es insostenible».

Es lo que opinan en Berenberg, donde remarcan que «Francia necesita urgentemente controlar sus déficits excesivos».

Para lograrlo, ha propuesto algunas medidas impopulares, como la abolición de dos días festivos, la congelación de las escalas impositivas, los pagos de la seguridad social y las pensiones y la mayor parte del gasto público, además de impuestos adicionales para los más afortunados y algunos ahorros en el sistema de salud.

Tras un déficit fiscal del 5,8% del PIB en 2024, el objetivo de Bayrou es un déficit del 5,4% en 2025 que pretende reducir hasta el 3% para 2029, en línea con el tope establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea (UE).

«Si bien Bayrou se ha mostrado abierto a otras propuestas para lograr los ahorros necesarios en el presupuesto, insiste en que el déficit deberá reducirse según lo previsto», indican los expertos, que creen que «existe un alto riesgo» de que el primer ministro francés pierda el voto de confianza.

«Dado que sus centristas no tienen mayoría en el Parlamento, necesitaría al menos el apoyo tácito de la izquierda o la derecha. Sin embargo, legisladores de ambas facciones políticas, incluidos los socialistas, ya se han manifestado en su contra. Además, al convocar él mismo el voto, Bayrou ha reducido el umbral para destituirlo: en lugar de una mayoría absoluta, incluso una mayoría simple en el Parlamento en su contra sería suficiente para derrocar a su gobierno«, explican.

¿Qué opciones tendría Macron en caso de que efectivamente Bayrou pierda la moción de confianza? Al presidente francés se le presentarían entonces tres escenarios. El primero, el de convocar elecciones parlamentarias anticipadas de nuevo, algo que en Berenberg ven como «el resultado más probable».

«Al menos, continuaría la práctica de forzar una situación, incluyendo la decisión de Macron el año pasado de convocar elecciones anticipadas y ahora la de Bayrou de solicitar una moción de censura contra sí mismo. Sin embargo, a juzgar por las encuestas de opinión, estas elecciones anticipadas podrían no ser de ayuda. Lo más probable es que el nuevo parlamento permanezca dividido sin una mayoría absoluta para uno de los tres bandos políticos (aunque la derecha probablemente obtendría algunas ventajas)», dicen.

La segunda opción pasaría por pedirle a Bayrou que permaneciera al frente de un gobierno interino, que, no obstante, se vería bastante limitado a la hora de impulsar su agenda política. Finalmente, la última alternativa que tendría Macron sería la de nombrar un nuevo primer ministro.

«Sin embargo, el nuevo gobierno se enfrentaría al mismo parlamento y a los mismos problemas fiscales, sin una salida clara. Además, desde que asumió el cargo en diciembre de 2024, Bayrou ha demostrado su compromiso serio con la reducción del déficit. Un posible nuevo primer ministro tendría que empezar a generar esa confianza desde cero y, si parece menos comprometido, la rentabilidad de la deuda pública francesa podría subir aún más«, afirman los analistas.

¿Cabe la posibilidad de un posible resultado positivo? Si Bayrou logra la moción de confianza, podría obtener margen político para impulsar su agenda fiscal y mitigar el impacto de las protestas contra su gobierno previstas para el 10 de septiembre. Un aumento en el rendimiento de los bonos ahora podría dar que pensar a algunos socialistas de centroizquierda si realmente quieren derrocar a Bayrou. Quizás, los socialistas o incluso el derechista Agrupación Nacional podrían apaciguarse con algunas concesiones.

«Si bien no lo descartamos, no parece muy probable. Incluso si Bayrou prevalece, el futuro fiscal y político de Francia seguirá siendo extremadamente inestable durante los próximos años», aseguran.

Por su parte, en Danske Bank coinciden en la visión de que con los principales partidos de la oposición prometiendo votar en su contra, «el futuro del gobierno se presenta incierto». «Los planes presupuestarios de Bayrou, centrados en la austeridad, han suscitado críticas, nerviosismo en el mercado y convocatorias de protestas, que recuerdan al movimiento de los chalecos amarillos de 2018», añaden.

De su lado, Josué Mahony, analista jefe de mercado en Scope Markets, destaca que con una deuda sobre el PIB cercana al 115%, Francia se mantiene como uno de los países más endeudados de Europa: «Tras haber superado un costoso período de expansión fiscal debido a la pandemia, los elevados tipos de interés observados en los últimos años han agravado aún más la trayectoria alcista de los niveles de deuda nacional».

«Para abordar este problema, Bayrou elaboró planes para recortar el gasto por valor de 44.000 millones de euros anuales, sometiendo la decisión a una votación de confianza el 8 de septiembre. La alta probabilidad de fracaso en dicha votación significa que los mercados se están dando cuenta de las posibles disrupciones que se avecinan, con la segunda mayor economía de Europa enfrentándose a una contracción fiscal o a una mayor incertidumbre política«, comenta.

Ante la falta de mayoría absoluta que tiene en la Asamblea Nacional, Bayrou, consciente de las pocas posibilidades con las que cuenta, se ha mostrado disponible para recibir a todos los grupos parlamentarios, pero avisando que «no abandonará» su plan de ahorro. A los diputados, que en su mayoría ya han adelantado que votarán en contra, les ha lanzado un mensaje: «Este es el momento de la clarificación y la verdad, espero que no se conviertan en los artesanos del caos».

Si al final Bayrou acaba cayendo, Francia vivirá el segundo cese del primer ministro por una moción en la Asamblea en menos de un año, tras la de Michel Barnier en diciembre de 2024.

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