El sexo a solas o en compañía es goce, uno de los placeres de la vida

«Tras 48 horas de mensajes, cada vez más íntimos, y con un deseo desbordado, fue a su casa. Él le abrió la puerta y se miraron unos segundos antes de comenzar a quitarse la ropa, que fueron sembrando camino del tresillo Luis XV que estaba bajo una ventana del salón». Lo que ocurre después sube de tono y se suceden varias escenas de sexo sin ataduras.

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