El Real Madrid está listo para afrontar El Clásico del próximo sábado en Montjuic. El equipo de Carlo Ancelotti solventó la papeleta previa que tenía en Braga y encarriló su pase a los octavos de final de la Champions League, donde manda en su grupo con puño de hierro. Todo viento en popa un año más en Europa. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Braga]

Ganó el conjunto blanco, aunque es cierto que convenció tan sólo por momentos. Seguramente pensando más en lo del fin de semana que en el propio Sporting de Braga, los portugueses plantearon problemas en el arranque y mantuvieron opciones de dar la sorpresa hasta el final a base de arreones. Fueron más fallos propios del Madrid que aciertos de los locales. 

En el lado positivo, Rodrygo al fin consiguió frenar la sequía goleadora demostrando que tiene una conexión especial con la Champions. Bellingham volvió a acudir fiel a su cita con gol, y Vinicius fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa del Braga, que persiguió sombras durante 90 minutos. 


Bellingham celebra su gol ante el Braga.

REUTERS

Lo peor, sin lugar a dudas, la forma en la que se marchó Jude Bellingham del terreno de juego en los instantes finales. El inglés solicitó la asistencia médica tras lanzarse al césped, y aunque no parece que sus problemas revistan especial gravedad, las alarmas ya están encendidas.

Aprieta el Braga

Es cierto que no era cuestión de pisar a fondo el acelerador a unos pocos días vista de El Clásico, pero quizás el Real Madrid pecó de exceso de relajación en los primeros encuentros del choque. Esto es la Champions League, y aquí enseguida cualquier equipo se encarga de recordarlo a las primeras de cambio. 

Eso fue lo que hizo el Braga. Los portugueses le imprimieron una gran intensidad a cada acción durante los primeros instantes, y ahí estuvieron un par de peldaños por encima de los blancos. Eso se tradujo en una mayor posesión para los lusos y en una constante presión para robar el esférico lo antes posible cuando se encontraban en la fase defensiva. 

Sin embargo, la personalidad del Braga y la inacción ofensiva del Real Madrid ante una defensa de cinco rivales duraron tan sólo 16 minutos, exactamente los que tardó en adelantarse en el marcador. Esto es lo que tiene el conjunto blanco, una calidad individual que en un momento dado puede cambiar el sino de cualquier partido. 

Rodrygo celebra su gol ante el Braga.


Rodrygo celebra su gol ante el Braga.

EFE

Apenas había pisado el área local el equipo de Carlo Ancelotti, pero no le iban a hacer falta más avisos. Una jugada sencilla. Balón largo a la espalda de la defensa para un mal control de Vinicius. El brasileño encaró y desbordó, puso un centro raso y al primer palo apareció el de la sequía, el que había perdido el olfato de gol, es decir, Rodrygo, para resarcirse y poner por delante a los suyos.

Sigue sin sentirse a gusto jugando de ‘9’, algo que, por cierto, tampoco hace exactamente en el Real Madrid, pero quién sabe si este gol puede ser un punto de inflexión esta temporada.

Este gol cambió por completo todo lo que se había visto hasta el momento. A partir de ahí, el Braga perdió todas sus virtudes de los primeros minutos y el Real Madrid comenzó a manejar a su antojo. Kepa fue un mero espectador, y para muestra las estadísticas, porque los lusos no consiguieron tirar ni una sola vez entre los tres palos en los primeros 45 minutos. 

Fran García, con el balón en el partido ante el Braga.


Fran García, con el balón en el partido ante el Braga.

EFE

Para crear peligro, los de Ancelotti siguieron un plan muy simple que les dio resultado. Balones largos a Vinicius, que una y otra vez volvió loca a la defensa, aunque la falta de más efectivos arriba siempre impidió que hubiera rematadores. Eso dejó el ajustado 0-1 al descanso.

Más incisivo

Salió el Real Madrid a la segunda parte con otro colmillo. Los primeros minutos de este segundo acto se convirtieron en un monólogo del conjunto blanco, que vivió durante mucho tiempo en el área rival.

Bellingham, de hecho, estuvo a punto de firmar el gol de la noche. Fran García robó y apuró la línea de fondo para poner un centro medido. Jude la bajó con el pecho, controló y según bajaba la pelota empaló una volea preciosa que obligó a Matheus a meter las manos y enviar a córner. 

Camavinga también puso en apuros al guardameta del Braga, y se olía el segundo tanto de los blancos. «Matemos el partido y pensemos en El Clásico», parecía haberles dicho a los suyos Carlo Ancelotti. Le quisieron seguir porque Bellingham, de nuevo fiel a su cita con el gol, hizo el 0-2 con un toque sutil de calidad que coló el balón pegado al poste izquierdo de la portería del Braga.

Bellingham, con la lengua fuera.


Bellingham, con la lengua fuera.

REUTERS

Ahí parecía que el partido quedaba visto para sentencia, pero un despiste del Real Madrid en defensa cambió el panorama. Sin apenas tiempo para celebrar, el Braga volvió a meterse en el choque con el gol de Djaló, que fusiló libre de marca a Kepa con un derechazo desde dentro del área. 

Le quedaba por remar, por lo tanto, al Real Madrid. Los locales se crecieron, se vieron en disposición de obrar una remontada casi milagrosa y a punto estuvieron de conseguirlo de no ser por una intervención oportuna de Kepa a un disparo desde el punto de penalti.

Ancelotti quiso cambiar el guion del partido y dio entrada a Tchouaméni y a Mendy. Sin embargo, eso no aplacó el apretón final que tenía preparado el Braga. Se podía haber evitado si el VAR hubiera dado validez a un gol de Vinicius que fue anulado por fuera de juego (y por milímetros), una acción en la que imagen del videoarbitraje apenas sacó de dudas. 

Aún así, el Real Madrid sobrevivió al bombardeo final de los portugueses y se llevó una victoria que le permite dejar prácticamente hecha su clasificación para los octavos de final de la Champions League, y también llegar con la moral alta a El Clásico del próximo sábado.

Sporting de Braga 1 – 2 Real Madrid

Braga: Matheus; Mendes (Fonseca, m.73), Niakité, Serdar, Cristián Borja; Al Musrati (Moutinho, m.78), Rodrigo Zalazar; Djaló, Vitor Carvalho (Bruma, m.66), Ricardo Horta; y Banza (Abel Ruiz, m.66).

Real Madrid: Kepa; Dani Carvajal, Nacho, Rüdiger, Fran García (Mendy, m.75); Camavinga, Fede Valverde, Modric, Bellingham (Lucas Vázquez, m.89); Vinícius y Rodrygo (Tchoauméni, m.71)

Goles: 0-1, m.16: Rodrygo. 0-2, m.61: Bellingham. 1-2, m.63: Djaló.

Árbitro: Michael Oliver (Inglaterra). Amonestó a Camavinga (72) y Nacho (92) por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Municipal de Braga ante 29.820 espectadores.