BBVA ha colocado este miércoles 1.000 millones de euros de un bono verde sénior no preferente a un plazo de diez años, cuyo vencimiento se sitúa en 2035.
La demanda por el bono ha llegado a alcanzar un pico de 2.900 millones de euros, lo que para la entidad «refleja el apetito del inversor por este tipo de productos con etiqueta verde». Al cierre de la emisión, el precio ha quedado fijado en ‘mid swap’ más 108 puntos básicos, por debajo del precio de salida (‘mid swap’ más 135 puntos básicos).
Los bancos colocadores son BBVA, BNP Paribas, IMI – Intesa Sanpaolo, Natixis y Nomura. Esta emisión forma parte del plan de financiación mayorista previsto para 2025 y tiene como objetivo reforzar los instrumentos elegibles para cumplir con los requisitos de MREL.
Se trata de la cuarta emisión de deuda de BBVA de 2025. En enero, el grupo colocó 1.000 millones de dólares de un bono contingentemente convertible, en febrero, colocó otros 1.000 millones de euros de una emisión de deuda subordinada Tier 2 y en julio, hace apenas un mes, la entidad colocó otros 1.000 millones en deuda sénior no preferente.