La cantidad de agua que deberías beber al día, según una nutricionista: no son dos litros

En el mundo de la alimentación, la lista de mitos que hemos escuchado a lo largo de nuestra vida probablemente sea interminable. Y ahora en pleno mes de agosto, con tantos consejos de dieta y también de moda, estos bulos se multiplican, desde la creencia de que el pan engorda hasta que el azúcar moreno es más sano que el blanco.

El peligro de los bulos y la desinformación

Elisa Blázquez destaca el gran impacto de la información falsa sobre nutrición y salud, explicando que “son muy virales en redes sociales”. Al ser un tema universal al alcance de cualquiera, “a todo el mundo le interesa porque todos comemos”, y si a esta afirmación se le añade la promesa de resultados rápidos como “quitar tantos kilos”, la gente se engancha con facilidad.

El problema surge cuando esta desinformación comienza a generar conductas alimentarias “muy malas, una mala relación con la comida y muchos problemas”, especialmente en el público más adolescente y joven.

La nutricionista también advierte sobre “el algoritmo de TikTok y de Instagram”, ya que atrapa a los usuarios, al menos durante las siguiente semanas o días, a cosas sobre alimentación que pueden ser bulos también. Según Elisa, esta gran cantidad de información puede llegar a generar incertidumbre con respecto a “algo tan básico y necesario como comer”. Un ejemplo de ello son los pacientes que recibe en su consulta: “Te vienen diciendo: es que tengo miedo a comer, o sea, ahora mismo todo es malo”.

Desmontando bulos sobre alimentación

La experta se centró en los mitos más habituales que escuchamos en verano, como la creencia de que hay que beber dos litros de agua al día sí o sí. Elisa desmiente esta afirmación, explicando que “cada persona tiene que adaptar el agua a sus necesidades” y que el líquido no solo se obtiene de las bebidas, sino también de alimentos como “frutas, gazpacho y una buena ensalada”.

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Gazpacho

Sobre el bulo de que sudar en verano adelgaza, enfatiza que “el sudar simplemente te hace perder líquidos, pero no te adelgaza”. Explica que adelgazar es perder grasa corporal, “y la grasa corporal la tienes que quemar” porque “el agua va y viene”.

Un clásico que probablemente atormente a los niños, es la creencia de que hay que esperar dos horas después de comer para bañarse, porque si no, se nos corta la digestión. Otro mito que ha desmentido Elisa, afirmando que “no hay ninguna evidencia científica detrás de esto”, aunque sí que es cierto que un brusco cambio de temperatura “puede tener una mala digestión, pero no hay que esperar dos horas”.

La clave al margen de los bulos: contexto y sentido común

Para Elisa Blázquez, la clave para no caer en estos rumores, es tener un buen contexto sobre la información y utilizar el sentido común. Los bulos de «las ensaladas son siempre sanas» o «la fruta por la noche engorda» son incorrectas, ya que “todo depende de los ingredientes” o de la cantidad de alimentos que hayas consumido a lo largo del día.

Según la nutricionista, «un alimento no engorda más o menos por la hora a la que lo comes». En cuanto al bulo de que las barbacoas son más sanas porque la grasa cae al fuego, afirma que “te la vas a comer igual”, y que el verdadero peligro no recae en eso, sino en el riesgo de quemar de más la comida, porque “genera una serie de toxinas que son bastante tóxicos, son cancerígenos en cantidades elevadas”.

Barbacoa

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Barbacoa

“Estos son mensajes muy alarmistas y todo hay que explicarlo bien, porque hay un montón de cosas que circulan por redes”, destaca la experta. Además, enfatiza la importancia de “cuestionar, investigar y, sobre todo, poner en contexto lo que se escucha». 



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