Ficha del festejo
Ganado: se lidiaron cinco toros de Victoriano del Río y uno de Toros de Cortés.
Manuel Escribano: estocada levemente caída (oreja con petición de la segunda); estocada levemente caída (oreja).
Roca Rey: estocada (ovación); media estocada, tres pinchazos, estocada y dos descabellos (palmas tras dos avisos).
David de Miranda: estocada (dos orejas); estocada caída (oreja)
La Malagueta: la plaza registró lleno de “No hay billetes” en tarde muy calurosa.
David de Miranda abrió la puerta grande de Málaga tras cortar tres orejas tras una tarde en la que dejó muestra de una gran dimensión y valor, demostrando que tiene que estar en todas las ferias a pesar de que los empresarios no quieran. Manuel Escribano cortó dos orejas, una a cada uno de su lote, mientras que Roca Rey se fue de vacío tras lidiar el peor lote del encierro de Victoriano del Río.
Un auténtico lío formó David de Miranda con el tercer toro en una faena basada en el valor seco y el estoicismo. El público pasó miedo mientras veía volar los pitones del toro de Victoriano por su pecho, el astado no humillaba absolutamente nada pero el onubense no se afligió. Por el pitón derecho el animal se quedaba muy corto, mientras que por el izquierdo cada muletazo era un parón a mitad de este.
Impacto total en La Malagueta que acabó literalmente metido entre los pitones. Una estocada algo desprendida hizo que el presidente Carlos Bueno le concediera las dos orejas del tirón.
Al sexto lo paró por verónicas, meciendo el capote mientras el toro salía muy suelto y poniendo en más de un apuro a la cuadrilla en banderillas. Brindó a Fortes y se plantó en el centro del ruedo con pases por alto sin mover un ápice las zapatillas y aguantando las oleadas del Victoriano. Le costaba mucho al animal, no quería embestir y soltaba mucho la cara. Se volvió a meter un arrimón y el toro lo volteó de forma dramática y aparentemente sin consecuencias. Espectacular la tarde del onubense que se llevó el cariño de La Malagueta.
Manuel Escribano, que sustituía a Cayetano, cortó una oreja a su primer toro de la tarde, el mejor de todo el encierro, un animal que desde que salió de chiqueros no paró de embestir, humillando y con una clase excepcional. Lo toreó dándole mucha distancia, el toro se lo pedía, sobre ambos pitones pero faltó algo más, no terminó de redondear con este gran toro.
En el cuarto se volvió a ir a portagayola, lo hizo también en el primero, y el tercio de banderillas fue mucha exposición destacando el tercero al quiebro por dentro. Otro buen toro que Escribano disfrutó toreando sobre la mano izquierda. Una faena de mucha disposición que con una estocada algo caída se premió con una oreja.
No tuvo suerte en su primero Roca Rey que lidió un toro manso pero con genio que terminó en la zona de chiqueros. Estuvo dispuesto el peruano ante la embestida incierta del Victoriano, que iba con todo, se quedaba corto y soltaba la cara. Lo más jaleado por el público fueron los circulares finales.
El quinto fue otro animal que no se lo puso fácil a Roca Rey, un toro que salió muy parado, sin acudir a los cites de los capotes y que apretó mucho en banderillas. Basó la faena en el pitón izquierdo, el menos malo, y Andrés estuvo muy firme, podría haber tirado por la calle de en medio pero fue porfión y no se dejó ganar la batalla.